Señor director:

Parece un problema sin solución. Pero en realidad, sí que hay solución. Esta carta no pretende ser una crítica, pero sí una alerta para los funcionarios que hacen oídos sordos a los reclamos de los ciudadanos. Los denominados "cuidacoches”, llamados en Buenos Aires "trapitos”, pululan por todas partes. Aún, en los espacios destinados a estacionar gratis, como lo es para las motos, allí están cobrando impunemente, con la amenaza de destruir el vehículo. Este es un acto de extorsión, no de dejarle la posibilidad de trabajar a una persona. Es así que organismos como la Policía, hace multas a mansalva y radia vehículos que luego resultan casi inservibles cuando el dueño lo recupera. Mientras, resulta muy extraño que no se haga nada contra estos personajes que extorsionan a los sanjuaninos a la vista de todos e incluso de la Policía. Esto sucede cada vez que hay que estacionar un vehículo, haya o no haya un evento, y sea donde sea. Es de esperar que las autoridades correspondientes tomen medidas con respecto a estos extorsionadores. Nadie puede cobrar por estacionarse en lugares públicos autorizados.