En medio del aislamiento social para prevenir el contagio de coronavirus, Facebook lanzó esta semana en Argentina y en otros 74 países “Messenger Kids”, una aplicación de mensajería especialmente diseñada para que chicos menores de 13 años puedan contactarse con familiares y amigos, pero bajo la supervisión de mayores responsables, quienes podrán monitorear todos los intercambios realizados en la plataforma.
La nueva app se puede instalar desde las tiendas de Google, Apple y Amazon en el dispositivo y debe ser validada con la cuenta de Facebook de uno o dos adultos, quienes podrán acceder al panel de control desde el que se aprobarán o rechazarán contactos y revisarán el historial de conversaciones, entre otras funciones.
“Messenger Kids está diseñada con la privacidad y la seguridad de los niños en mente. En una encuesta realizada en América Latina a 5 mil padres con hijos de entre 7 y 12 años detectamos que el 93% de los chicos tienen acceso a dispositivos y al 90% de los padres les gustaría tener más control sobre los contenidos que se comparten”, explicó a Télam la líder de Políticas de Seguridad de Facebook para Latinoamérica, María Cristina Capelo.
La app permite chatear o videochatear con los contactos aprobados por el adulto, usar filtros y stickers que en algunos casos tienen un propósito educativo: “El de Cleopatra, por ejemplo, explica brevemente quién fue ella”.
Sin embargo, Capelo sostiene que Messenger Kids está pensado para que los padres tomen la iniciativa no sólo en lo que respecta al control de los contenidos, sino que además sea una oportunidad para dialogar con los chicos sobre la seguridad y la privacidad en Internet.
“Cuando abres la cuenta, pedimos que leas un compromiso junto a tus hijos que impulsa a ser amables, ser respetuosos, tener la seguridad en mente, y divertirse. Después hay un aviso de privacidad de 4 pasos en el que le explicamos a los chicos qué información guardamos y para qué”, añadió.
Según Facebook, los datos recolectados son lo mínimos y sirven, entre otras cosas, para permitirle a los padres la revisión de mensajes durante un período de 30 días, momento en el que los mismos son eliminados de la aplicación y de los servidores de la empresa de manera automática.
Por otra parte, los contenidos de bullying o de acoso pueden ser reportados tanto por los menores cómo por los adultos. De hecho, Facebook conformó un equipo especializado para denunciar los mismos ante las autoridades civiles.
Respecto de niños que van ganando autonomía, la aplicación permite ir dando permisos, por ejemplo para agregar contactos sin aprobación directa de los mayores, aunque los padres mantienen la posibilidad de bloquear solicitudes en todo momento.
“Los chicos tienen derecho a la privacidad y a saber que sus padres tienen acceso a lo que ellos hacen. Es importante que vean desde el inicio que los adultos van a tener ese acceso. Como contrapartida, van a tener notificaciones cuando les borren. Cuando se trata del uso de Internet en familia es importante y deseable que se pueda hablar antes que borrar”, concluyó Capelo.