Uno de los más importantes montañistas de San Juan ha dejado de su último aliento en Calingasta. Durante este jueves, en Barreal –localidad que habitaba y desarrollaba su emprendimiento de turismo-, falleció Pablo Schlogl a los 69 años, uno de los pocos argentinos en hacerle frente a la inmensidad de la más imponente cordillera china: el Himalaya.
En 1993, una expedición argentina logró escalar el Shisha Pangma – la decimocuarta montaña más alta de la Tierra y una de las últimas en poder escalarse, debido a que está ubicada en el interior del Tibet- . Uno de los protagonistas sería Schlogl, quien fue nombrado Director Técnico. La hazaña de la que fue parte es recordada, no sólo por la altura que lograron superar sino por las inclemencias climáticas y las dificultades políticas. Es que el gobierno de la República Popular China amenazaba con multarlos si no cumplían con los cortos plazos estipulados. Sin embargo, lo que marcó el ascenso y que los haría reconocidos en el ámbito internacional del montañismo fue que lograron hacer cumbre sin tubos de oxígeno ni sherpas -pobladores de la región que ayudan a los escaladores-.
“Rememorando lo que vivimos, lo que hicimos, veo que fuimos un grupo compacto y exitoso en todo sentido. Trabajamos cada uno desde su lugar para que la expedición termine bien, como felizmente sucedió”, explicó Schlogl a un medio de Río Negro, en relación a los 20 años del ascenso que marcó su vida y la de aquel grupo, que estaba conformado por Héctor Cuiñas, Ulises Vitale, Avo Nacachian, Gabriel Ruiz, Sergio Noguera, Aníbal Maturano, Jorge Garcés y Flavio Lisi.
Mucho antes de eso, en los años ’80, Schlogl había sido nombrado Instructor de Andinismo de la Dirección de Deportes de la Universidad Nacional de San Juan. Desde ese rol lideró numerosas expediciones a los Andes Centrales. Su figura fue medular y marcó la práctica del andinismo en la provincia y la región, debido a la gran pasión con las que hacía sus actividades. Una muestra de amor a la montaña es que con apenas 14 años llevó a cabo su primera cumbre: el Cerro La Ramada Norte, a casi 7.000 metros.
Años más tarde, comenzó un emprendimiento turístico en su querida Barreal, con la apertura un hostel. Desde ahí, alentó a los visitantes a la práctica del deporte de sus amores.