
Por el Dr. Mario Luna y Fabián Núñez –
Ex presidente y ex asesor del Concejo Deliberante de Jáchal, respectivamente.
Es adecuado a la situación compleja que vive el país intentar un análisis sobre la sustentabilidad de los bancos argentinos, y en especial vale la pena hacerlo a la luz de un dato concreto de actualidad que es el comportamiento negativo que han observado los bancos en índices de cotización internacional, sobre todo en la bolsa de New York. Condensemos en una pregunta el dilema del tema, ¿por qué se da una fragilidad de los activos bancarios argentinos cuando son los principales suscriptores de las ganancias enunciadas en los activos librados por el estado argentino?
Los bancos argentinos están siendo beneficiarios de tasas de interés que no se han pagado nunca en la historia bancaria argentina. Adquirieron en masa, entre otros activos, primero Lebac y ahora leliq cosechando un amplio margen de ganancia (ha llegado a pagar el 72% anual a siete días). La diferencia en estas series de títulos públicos mejoró la posición compradora de los bancos porque a las Lebac que pagaba menos interés, además, las podían captar personas institucionales o no y ciudadanos en forma indeterminada. En cambio las leliq son letras que solo pueden comprar los bancos. Recordemos algo básico: las tasas de interés remuneran la ganancia del capital. De modo que el ingreso de los bancos por las operaciones con bonos y letras soberanas representa un negocio financiero formidable en tanto implica una ganancia extraordinaria. Esto lleva a colegir, desde el punto de vista de los estados contables de las entidades financieras, que tales instrumentos están sólidos en cuanto exhiben ingresos de un cliente exclusivo y único como es el estado argentino, sea que la ventanilla de operación venga por el lado del BCRA o la Tesorería del Estado. Ante esta situación excepcional de ganancias e ingresos por operaciones en activos financieros soberanos los bancos tienen a su favor, por su posición acreedora, un acumulado de vencimientos en intereses y vencimientos de capital, que son notables. Hay análisis que indican que el problema que preocupa a la bolsa de Nueva York son las dudas sobre el cumplimiento en tiempo y u forma de eso activos, y por lo tanto temen que sean canjeados compulsivamente por otros títulos de prórroga de esa deuda soberana interna. Recordemos que en la semana del 9/13 de octubre de 2018, se produjo una baja de casi el 4% (la más fuerte en 5 meses) en la bolsa principal de EEUU. Es entendible el fenómeno de incertidumbre que se genera por esta situación.
Entonces ante este objetivo cuadro de no-crecimiento del PBI y un alto costo público de pagos y teniendo en cuenta que los bancos argentinos son los mayores tenedores de esas acreencias, hace que el escenario de estos sea vea entre nubarrones. Lo sombrío del horizonte es que sobre esos títulos hay una posición de venta ante el riesgo de baja cotización futura, con la cual se arrastraría a negativa la posición de los bancos en sí. Esta complicación descripta lleva a repasar que hace falta un debate sobre la viabilidad actual y futura de la política bancaria porque el rol de las entidades financieras no es privada, es pública.
Por lo general se habla de muchos variables que hacen a los estados de vulnerabilidad económica y financiera, pero, es muy bajo el índice de discusión acerca de cuál es el papel y el sentido que debe tener una política bancaria en el desarrollo nacional.
