Familiares de los tripulantes de ARA San Juan, el submarino de la Armada Argentina desaparecido hace ocho días, entre ellos los allegados de los tres submarinistas sanjuaninos, se debaten entre la esperanza y la desesperación. Prefieren no leer diarios ni mirar televisión para no alentar falsas expectativas ante las versiones que circulan y reciben los partes oficiales con incertidumbre.

 

Unos 50 familiares viven de forma permanente en la base naval de Mar del Plata, pero durante el día pueden hasta un centenar de ellos se acerca para escuchar los partes y recibir información sobre el estado de la búsqueda, indicaron fuentes de la Armada.

 

“La sensación que tenemos es de incertidumbre, no sabemos nada más que ustedes”, dijo por su parte a periodistas en la entrada de la base naval María Itatí Leguizamón, la esposa de Germán Suárez, sonarista del San Juan.

 

 

Al igual que María Itatí, muchos familiares viven en Mar del Plata y se acercan hasta la base sólo para conocer los cuatro partes diarios que les da la Armada. “El último fue a las 16 y nos dijeron que tanto las imágenes como la mancha de calor que habían circulado más temprano no correspondían al submarino, pero que van a continuar de manera indefinida la búsqueda hasta que lo encuentren”, afirmó.

 

Sin embargo, con el correr de los días, la tranquilidad inicial de los familiares fue mutando en angustia. “Ahora estoy más desesperada que nunca. Al principio pensé que ellos volvían, que tenían sólo un problema de comunicación, que es lo normal y que iban a llegar al puerto el domingo, pero ahora pasó mucho tiempo”, se lamentó la esposa del submarinista.

 

“La gente está mal. ¿Cómo quieren que esté después de tantos días de espera? Por eso es que muchos no quieren hablar, que no les gusta y que se sienten invadidos”, agregó.

 

María Itatí se manifestó “conforme con la contención que tienen los familiares” y señaló que “quiero creer que están haciendo todo lo posible para buscarlos y creo que son honestos cuando nos lo dicen”.

 

Consultada sobre si conocía la existencia de problemas a bordo del sumergible minimizó esa posibilidad, ya que “siempre han tenido inconvenientes durante las navegaciones, es algo normal”. “Para eso los preparan, para resolver situaciones de crisis. Tengo plena confianza en las capacidades de la tripulación. Ellos tienen entrenamiento de años para resolver todo tipo de problemas a bordo”, continuó.

 

Pese a que el “San Juan” está desaparecido hace ocho días, familiares esperan que la nave haya podido emerger para renovar el oxígeno. “No podemos saber cuánto tiempo les queda en verdad. Es indefinido, pueden estar un mes en el submarino, el único limitante en ese caso sería la comida. No nos queda más que esperar”, concluyó.

 

Fuente: Télam