El ex gestor financiero Leonardo Fariña estimó ayer en unos ‘77 millones de dólares‘ la fortuna que el detenido empresario Lázaro Báez (vinculado al kirchnerismo) habría lavado ‘a partir de la muerte del expresidente Néstor Kirchner‘ en 2010 y hasta 2011.
El imputado y testigo protegido de la causa Báez, Leonardo Fariña, fue indagado ayer en la madrugada -en medio de un operativo especial-, por el juez federal Sebastián Casanello.
A lo largo de seis horas de indagatoria, desde las 23 a las 5.30, Fariña respondió preguntas del juzgado y volvió a apuntar al detenido Báez al sostener que todo el dinero que manejó en operaciones de lavado de activos le pertenecía, explicaron fuentes judiciales.
Fariña, señalado como el arrepentido ‘valijero’ de Lázaro Báez, calculó que el grupo empresario de los Báez lavó unos 77 millones de dólares y describió unas cuatro operaciones hechas para el dueño de ‘Austral Construcciones‘, según reconstruyeron fuentes judiciales sobre esa audiencia hecha para evitar a la prensa, pese a que Fariña estaba citado para las 10 de ayer.
En la acusación inicial a Lázaro Báez se calculó que el monto de dinero negro que se manejó a través de sociedades creadas en paraísos fiscales y mediante cuentas en Suiza fue de 60 millones de dólares, pero en un cálculo que hizo él mismo en el juzgado, Fariña evaluó que fueron unos 77 millones. Fariña ingresó al juzgado de Casanello a las 23 del martes y se retiró a las 5.30 de ayer de los tribunales del barrio porteño de Retiro, en la ciudad de Buenos Aires.
Fuentes judiciales atribuyeron el llamativo horario del trámite procesal a que Fariña se encuentra acogido al Programa de Protección a Testigos e Imputados, por lo cual goza de custodia especial, entre otras prerrogativas de seguridad y reserva de datos de su vida privada.
En anteriores indagatorias y escritos espontáneos Fariña informó cómo se fijaban supuestos sobreprecios para los ‘retornos‘ de las diferentes reparticiones involucradas en las adjudicaciones de obras públicas. El llamado ‘valijero‘ afirmó que se pagaba a los contratistas un ‘anticipo financiero‘ que disimulaba coimas de entre 10% y 20% del monto de la obra que de inmediato eran reintegrados a los funcionarios de Planificación Federal y señaló que luego de la muerte de Néstor Kirchner hubo ‘un nuevo paradigma‘ armado por Cristina Fernández de Kirchner y su hijo, el diputado Máximo Kirchner, para ‘perseguir empresarios‘.
De acuerdo a ese relato, ‘esta nueva arquitectura de poder era muchísimo más verticalista y cerrada que la originaria y muchísimo más asfixiante para los empresarios dado que el control sobre los mismos se tornó inmanejable y se radicalizaron las prácticas‘.
Fariña, que estuvo detenido por evasión, en una causa donde también está involucrado Báez, se pasó a ‘imputado colaborador‘ y ha venido aportando información a la Justicia. Farina declaró ayer en la causa por presunto lavado de dinero que tiene a Lázaro Báez como principal acusado. Agencias