"Tengo 41 años. He jugado más de 1.500 partidos en 24 años. El tenis me ha tratado más generosamente de lo que nunca hubiera soñado. Y ahora debo reconocer cuando es el momento de terminar mi carrera competitiva". Así, el suizo Roger Federer, considerado el mejor tenista de todos los tiempos por buena parte de la prensa especializada, anunció ayer el epílogo de su brillante carrera, dejando atrás una huella imborrable y siendo acaso la imagen del deportista ideal del siglo en curso. El crack nacido en Basilea el 8 de agosto de 1981 mantuvo vigente una especie casi en extinción, la del tenista clásico. Conquistó durante sus 24 años de carrera 20 títulos de Grand Slam, ocho de ellos en Wimbledon, fue número uno del mundo durante 310 semanas, acaparó en total 103 trofeos en el circuito, fue medalla de oro en los Juegos Olímpicos y conquistó la Copa Davis.

Si bien su retiro se intuía, primero se dijo que sería en el último Wimbledon, y luego se mencionó que lo haría en el ATP 500 de Basilea, su ciudad natal, en octubre próximo. Nadie imaginó que esa lesión en la rodilla derecha adelantaría su decisión.

Tampoco nadie previó que su última aparición en el circuito fuera aquella de ‘La Catedral’ londinense del 7 de julio de 2021 cuando cayó en los cuartos de final de Wimbledon ante el polaco Hubert Hurkacz por 6-3, 7-6 (7-4) y 6-0, ese doloroso 6-0 que terminó siendo el último set en sus más de 1.500 partidos desde su debut en el circuito en 1998.

Su última función será la semana próxima en Londres, que albergará la Laver Cup del 23 al 25 de septiembre y se dará el gusto de despedirse junto a otros dos colosos como el español Rafael Nadal, dueño de 22 Grand Slams, y el serbio Novak Djokovic, quien conquistó 21, con quienes conformó el ‘Big Three’ que dominó el circuito durante las últimas dos décadas.

UN ANTES Y UN DESPUÉS

Sin lugar a dudas, existe un antes y un después en la historia del tenis desde la aparición de Federer. El helvético fue de esos deportistas tocados con la varita mágica que a su talento natural y notable facilidad para jugar al tenis le añadió una elegancia y carisma que fue reconocida en cada rincón del planeta, eso lo transformó en único e inigualable.

Claro que el Federer que se vio durante los últimos años cuando recorría el circuito y cosechaba elogios y afecto, acompañado casi siempre por su esposa Mirka Vavrinec, una extenista eslovaca, y de vez en cuando por sus cuatro hijos, las gemelas Myla y Charlene, y los mellizos Leo y Lenny, era muy distinto al de sus inicios.

Cuando el suizo comenzó a deslumbrar en el circuito profesional, estaba muy lejos de la imagen de caballero que fue forjando con el correr de los años. En sus inicios era muy mal perdedor, reclamaba aireadamente los fallos de los jueces y solía arrojar su raqueta por los aires cuando las cosas no le salían como él quería, o incluso impactarlas contra el piso hasta que se rompían.

Luego cambió su forma de manejarse, forjó una personalidad de caballero que inspiró admiración y respeto, y eso fue lo que más se recordará en su carrera más allá de los títulos y récords, como el último de haber sido el número 1 más longevo cuando tenía 38 años.

Federer también será recordado por sus duelos con el español Rafael Nadal, acaso los más apasionantes de toda la historia, con 40 enfrentamientos que mantuvieron en vilo a la fauna tenística, con predominio del español por 24 éxitos contra 16.

Con Nadal forjó una amistad que aún perdura y fue construida con el transcurso de los años, aunque no fue así con Djokovic, con quien mantiene una relación de respeto mutuo sin ningún tipo de afecto.

‘Me dieron un talento especial para jugar al tenis y lo hice al nivel que nunca imaginé, durante mucho más tiempo del que jamás creí posible’, fue una de las frases especialmente elegidas por el suizo en el largo mensaje de despedida con video incluido en sus cuentas de las redes sociales Twitter e Instagram.

Lo que presumía podía demorarse se adelantó, llegó el final en la carrera del más grande de todos los tiempos, del exponente más fiel de lo que representa un tenista perfecto, que además fue un emblema de la era de la globalización por lo que generó no solo adentro sino afuera de la cancha también.

 

Algunas de sus increíbles marcas 

 

Resumir en números la carrera de Federer es apasionante, por tanto tiempo en el máximo nivel y por las marcas que logró. A modo de un breve resumen, el suizo jugó 1.526 partidos y ganó 1.251 (81,9% de efectividad).

-Levantó 103 trofeos, entre ellos, 20 de Grand Slam y 28 de ATP Masters 1000.

-Es el tercer máximo ganador de Grand Slam de la historia con 20 títulos, dos menos que Nadal y uno que Djokovic: ganó 8 Wimbledon; 6 Australian Open; 5 US Open; 1 Roland Garros.

-Jugó 28 finales de Grand Slam y tiene el récord de haber ganado en las primeras siete que afrontó y en 10 de las primeras 11.

-Es el único jugador en la historia que venció a 12 oponentes distintos en finales de Grand Slam. Y el único en ganar un mínimo de siete títulos durante cinco años consecutivos.