El presidente Alberto Fernández reconoció hoy que la pandemia de coronavirus provocará “muchas pérdidas económicas” en la Argentina y que varios gobernadores enfrentan problemas para pagar los salarios. Sin embargo, descartó por completo la posibilidad de emitir cuasimonedas.
Al ser consultado sobre los efectos de la cuarentena en la economía, el jefe de Estado dijo que el Gobierno nacional tiene un "cálculo" de las pérdida, aunque no precisó la cifra.
“Sabemos del deterioro económico. La preocupación es la salud, pero también nos ocupamos de la economía, manteniendo los puestos de trabajo. Sabemos que habrá muchas pérdidas económicas, pero esto no debe de ningún modo tapar la cuestión sanitaria”, sostuvo.
Además, dijo preferir que "una empresa esté cerrada por cuarentena y no porque todos se contagiaron. Ya vamos a tener tiempo de hablar de economía. Ahora hay que evitar que la pandemia se expanda".
Habló también de la necesidad de alcanzar un nuevo pacto fiscal para "garantizar la asistencia a las provincias en medio de la crisis por el coronavirus” y descartó la posibilidad de emitir cuasimonedas. Carlos Ruckauf, ex gobernador bonaerense y ex vicepresidente de la Nación, recomendó en los últimos días un acuerdo entre las provincias para emitir títulos que cubran hasta el 50% de la masa salarial.
“Las cuasimonedas están desterradas en Argentina, fueron una emergencia que tuvo que ver con la crisis de la convertibilidad. Nosotros ahora tenemos que ser cuidadosos”, señaló el Jefe de Estado en una entrevista con La Voz del Interior.
Fernández consideró que la emisión monetaria "no está generando los términos de inflación que en otros tiempos pudo haber generado porque hay una retracción muy fuerte de la economía".
Sostuvo que “no se trata de andar emitiendo y tirando plata para que todo pase, porque todo eso vuelve en un conflicto, lo que puede ser pan para hoy puede ser hambre para mañana”.
Sobre el impuesto a las grandes fortunas, el presidente defendió la iniciativa, al recordar que sería por única vez y afectaría a un “universo muy chico”.
“Estamos hablando de 11.000 personas que entre todas tienen alrededor de 1.300 millones de dólares. Y a esas personas el Estado les estaría pidiendo un auxilio excepcional. No creo que sea violatorio en términos constitucionales, ni de ninguna norma”, sostuvo.
El Presidente reconoció la emergencia y el esfuerzo para que “la economía no se caiga”. Admitió que existen dificultades para afrontar el pago de sueldos en el Estado y ratificó un envío de $120.000 millones a los gobernadores en medio de la delicada situación económica en las provincias.
“Debemos intentar hacer un nuevo pacto federal que nos permita distribuir la riqueza y las posibilidades de desarrollo de manera más equitativa", señaló.
Pidió "agudizar el ingenio para que la economía se mueva pero que el virus no se difunda".
"Lo que dejó en evidencia esta crisis son las enormes asimetrías que existen entre regiones. Decimos ser un país federal, pero no lo somos. Es un país fuertemente concentrado en torno de Buenos Aires y todo el resto lo padece", advirtió.
A un mes del inicio de las medidas de aislamiento social, preventivo y obligatorio, el jefe de Estado reconoció que "no se puede llevar adelante la cuarentena y hacer crecer la economía".
"Tenemos cálculos de deterioro de la economía y sabemos cuál es el deterioro mensual en nuestro PBI que la cuarentena genera, pero ahora no tenemos que ocuparnos de eso", señaló.
Dijo que el Estado debe "ver cómo seguimos con la cuarentena y poner en marcha algunas actividades, y que el costo fiscal no se convierta en un problema de futuro".
“No sirve apurar las cosas. Prefiero que una empresa no esté produciendo porque sus empleados están en cuarentena y no porque sus empleados se contagiaron”, insistió.