El presidente Alberto Fernández dijo que el "verdadero poder en Argentina está en la gente" y reafirmó su convicción de que la política "es el arte de convencer al otro de que uno va en el camino correcto".
En una distendida entrevista que publicó ayer el matutino Página/12, titulada "Un día en la vida de Alberto Fernández", el Presidente afirmó que hubiera aceptado igual el desafío de conducir el país, aún si hubiese sabido que le iba a tocar lidiar con una pandemia de coronavirus y confesó que no ve a la residencia de Olivos como su "casa", sino sólo como el sitio que el pueblo le "presta para trabajar más cómodo".
"El secreto de la política es hacerla no con quienes uno quiere ni en el momento que le gusta, sino cuando le toca. Si no, uno haría política sólo en los momentos de prosperidad y el resto del tiempo se retiraría. Era necesario que la Argentina cambiara. Lo que sí es verdad es que esto no estaba en mis cálculos. Pero es lo que me tocó", expresó en alusión al coronavirus.
Convencido de que la política "es el arte de convencer al otro de que uno va en el camino correcto" y que eso no significa "encontrar un enemigo", Fernández advirtió que la pandemia dejó en evidencia "un poder real que cada vez es más débil porque está evidenciado en el valor de sus empresas, en el valor de los bancos".
