Desde primera hora que algunos locales se ven colmados de clientes y por las tardes, especialmente desde los jueves, caminar por la galería Estornell se convierte en un zig zag pues hay largas filas de personas que buscan alquilar trajes y vestidos de fiesta. En el sector hablan de una "explosión" en la demanda, que superó a la del 2019 y que puede mover hasta 200 conjuntos de ropa por semana y por negocio. ¿La razón? El regreso de las fiestas de egresados y la posibilidad de concretar eventos con baile pendientes desde el 2020 y parte del 2021, que estaban prohibidos por las restricciones vinculadas a la pandemia.

Con el paso del tiempo y en la medida que el estatus sanitario lo fue permitiendo, las autoridades comenzaron a habilitar eventos, bajo protocolo y luego con aumento progresivo en el aforo, pero en todos los casos sin baile. Fue recién desde el 26 de septiembre que dejaron de lado esta restricción y todo el sector de eventos, que incluye el alquiler de trajes y vestidos entre sus rubros, se reactivó.

Y con las fiestas de egresados, que se están realizando desde la segunda quincena de noviembre, más los casamientos y cumpleaños de 15 que estaban pendientes, los locales que alquilan ropa para celebraciones tienen una importante demanda.

"Con respecto al 2019, nosotros tenemos un 30% más de clientes. Además de la cantidad de eventos que se están haciendo, la crisis hace que las personas hoy no puedan comprar un traje o un vestido y se inclinen por un alquiler. La diferencia es mucha, porque hoy comprar un saco, pantalón, camisa, zapatos y corbata ronda los $25.000 a $30.000 y el alquiler, de toda esa ropa, cuesta $3.000. Y un vestido, que puede ir de los $12.000 a $50.000 en caso de comprarse, puede alquilarse por $1.000 a $4.000", detalló Darío, de Vanesa Novias.

A pocos pasos, desde otro local indicaron que en general quienes más están alquilando son las mujeres y que el movimiento es constante casi todo los días, puesto que hay fiestas de egresados entre semana. Por supuesto que el ritmo crece desde el jueves y entre viernes y sábado es frenético. "Hay momentos en los que no se puede ni caminar por la galería de tanta gente", graficaron.

También en la galería Estornell, que reúne a una decena de negocios del rubro, en uno de ellos dijeron vivir con alivio esta situación. "Estuvimos prácticamente un año y medio parados. En la etapa de restricciones llegamos a abrir apenas un día a la semana, sólo para mover la vidriera. Estuvimos muy relegados en las habilitaciones y por eso ahora volvemos a asomar la cabeza. Estamos alquilando más de 50 vestidos por fin de semana y sin dudas que atravesamos un muy buen momento después de tanta angustia", indicó Antonia, del local Sharon.

 

EL SISTEMA

Para alquilar un traje o un vestido de fiesta, el cliente puede ir en la semana y hacer la reserva, tras haber hecho la elección de las prendas que va a necesitar. Para eso deberá abonar un adelanto, que va desde los $500. Después, retirar uno o dos días antes del evento, cancelando el monto y entregando además una fotocopia del DNI y una boleta de servicios, para constatar el domicilio. Las prendas deben ser devueltas al día hábil siguiente de la celebración, en buen estado.