La FIFA anunció este jueves un histórico cambio en el fútbol. La entidad con base en Suiza confirmó que protegerá mejor a las jugadoras embarazadas e impondrá a sus 211 países miembros una baja de maternidad de “al menos catorce semanas” a partir de 2021, así también como una prohibición de despedirlas durante ese periodo.
“Queremos ver a más mujeres jugar a fútbol y al mismo tiempo tener una familia”, señaló a la prensa Sarai Bareman, responsable de fútbol femenino en el seno de la casa madre del fútbol a nivel global, tras una reunión de la comisión.
La FIFA ya anticipó que en el próximo congreso de su Consejo a realizarse en diciembre, propondrá una serie de medidas que se aplicarán de inmediato en todas las federaciones, que hasta el momento ofrecen un marco desigual según las legislaciones y prácticas locales.
Esto será un hecho sin precedentes, ya que no se tenía conocimientos acerca de estos “serios problemas”, según definió su director jurídico Emilio García, pero la intención será “anticiparse” a ellos en el momento en el que el fútbol femenino acelera su profesionalización.
Los clubes que juegan a nivel internacional deberán proponer una baja de maternidad de “al menos catorce semanas, de las que ocho serán después del nacimiento” remuneradas “al menos con los dos tercios de su salario contractual”.
Durante esta época, las instituciones podrán fichar a una jugadora para suplir a la embarazada, aunque estén fuera del periodo de fichajes, con la posibilidad de integrarla a largo plazo si las dos partes están de acuerdo.
Por otro lado, estará prohibido “cuestionar la validez de sus contratos por el hecho de que las jugadoras se queden embarazadas”. En caso de despido por este motivo, el club será sancionado económica y deportivamente.
Tras la baja de maternidad, los clubes deberán “reintegrar a las jugadoras y facilitarlas un apoyo médico y físico apropiado”, precisó García. La futbolista podrá “dar el pecho o sacar su leche” en “locales adaptados” por su club.
Las jugadoras profesionales que continúan sus carreras después de un embarazo no suelen tener el mismo éxito, a la excepción de estrellas estadounidenses como Amy Rodríguez, Sydney Leroux o la goleadora Alex Morgan, que busca participar en los Juegos de Tokio en 2021 tras dar a luz a una niña en mayo.
La FIFA quiere facilitar la posibilidad de tener hijos en un momento crucial del fútbol femenino, cuando ha ganado intensidad física y profesionalismo, tras el boom planetario que supuso el Mundial de Francia 2019.