El juez Víctor Hugo Muñoz Carpino (Sala I, Cámara Penal) adhirió ayer al pedido de la fiscal Marcela Torres y agravó los delitos sexuales que le atribuían al cura Walter Bustos. Paso seguido, suspendió las audiencias del juicio que se le sigue al religioso hasta el próximo jueves, para que su abogada, Sandra Leveque, rearme su estrategia y busque pruebas para defenderlo y reforzar su teoría de que "es inocente".
El religioso había sido denunciado el 28 de agosto de 2017. Entonces fue a parar a prisión y un juez lo procesó por cometer abusos sexuales gravemente ultrajantes contra tres hermanos (tenían 24, 21 y 15 años). Consideró que los dos más chicos sufrieron un grave daño en la salud mental y que, el menor de todos, además, había sido corrompido sexualmente. En todos los casos, le imputó el agravante de ser sacerdote o ministro de un culto religioso.
Luego un tribunal superior revisó esa resolución y sobreseyó a Bustos de los presuntos ataques la mayor de los hermanos. También modificó los delitos y entendió que solo pudo cometer abusos simples contra los otros dos jóvenes, agravados por el daño en la salud mental que les causó. Esa decisión provocó que el sacerdote recuperara su libertad luego de pasar 1 año y 5 meses detenido en la cárcel de Chimbas.
Ahora, la fiscal entendió que aquella resolución del tribunal de apelación modificó los delitos, pero no lo sobreseyó. Y que por lo tanto, en base a las mismas pruebas del caso, corresponde considerar que los ataques sexuales fueron gravemente ultrajantes, agravados por ser ministro de un culto religioso.
Esa es la nueva calificación delictiva de la que Bustos tendrá que defenderse y que le permite a Fiscalía pedir castigos más elevados en caso de considerarlo culpable.