Luego de que este medio diera a conocer que la fiscal Claudia Salica pidiera su indagatoria por incumplimiento de sus deberes de funcionario público, el juez Pablo Flores realizó ayer una presentación espontánea en el juzgado que conduce interinamente Juan Pablo Ortega. En el escrito, dio su versión sobre las conductas que lo han puesto en la mira y se puso a disposición de su colega. Flores basó su movida en la posibilidad que tiene toda persona que está bajo sospecha de brindar las aclaraciones necesarias, pero lo cierto es que, como magistrado, cuenta con fueros, por lo que para poder ser investigado y dar declaraciones es necesario que sea destituido para poder ser indagado, según determina la legislación local.
Sobre el secuestro de siete vehículos, el titular del Segundo de Instrucción dijo que en dicha causa "no quedaron detenidos", luego de que "resolviese su situación procesal". Así, indicó que el expediente perdió la prioridad de investigación, ya que no había apresados, y que no ha prescripto, además de que habían ingresado unas 1.000 causas en el turno. Sin embargo, la fiscal había señalado que el magistrado nunca indagó a los imputados de la causa y que sin más los liberó.
Con respecto a la Toyota que le entregó al comisario Gustavo Padilla como depositario judicial, quien la habría utilizado para fines personales, Flores señaló que no tiene ningún tipo de relación con el uniformado y que no hubo ninguna intención maliciosa. Tras la solicitud del comisario, "hice una resolución fundada en la que le puse un montón de obligaciones para el uso del vehículo por ser jefe del depósito. Si lo ha usado para otra cosa, el que está en falta es él".
El juez además volvió a reconocer que omitió el paso de informar a la Corte de Justicia, que es la que tiene la facultad de entregar los vehículos.