El juez de Instrucción Pablo Flores decidió excusarse de comandar la investigación para determinar si el sacerdote Walter Bustos debe o no ser procesado con prisión preventiva por el presunto abuso sexual de tres hermanos, que hoy tienen 24, 21 y 15 años. Y luego de fundar su decisión con dos motivos (amistad manifiesta con el imputado y la "violencia moral" que implicaría para él participar en el proceso y afectaría la imparcialidad necesaria para el imputado) le pasó la causa a su par Guillermo Adárvez (Tercer Juzgado de Instrucción), se informó ayer oficialmente. Informalmente, se supo que el magistrado y el religioso se conocen de la Universidad Católica de Cuyo.
Ahora, el juez Adárvez deberá analizar si cabe o no aceptar la causa. Y si acaso se resistiera, será un tribunal superior el que dirima cuál de los dos seguirá con la investigación del caso.