El Fondo Monetario Internacional (FMI) ajustó ayer a la baja su pronóstico de crecimiento económico para América Latina, en el que la Argentina, la tercera economía de la región, incidirá en la desaceleración por "la constricción de las condiciones financieras y el ajuste necesario de las políticas".
Argentina fue sacudida por una aguda crisis financiera en el primer semestre de este año que llevó al Gobierno a recurrir al FMI para obtener un crédito de 50.000 millones de dólares. Sin embargo, el país continúa con una elevada inflación de 30 por ciento anual y una tasa de interés de referencia de 40 por ciento anual en pesos, una de las más elevadas del mundo.
En su informe Perspectivas de la Economía Mundial de julio de 2018, el organismo expresó que América Latina y el Caribe crecerán menos en 2018 y 2019.