Sin tener en cuenta las efemérides del día, el pasado 22 de agosto -casualmente cuando se celebra el Día Mundial del Folclore- uno de ellos subió un video casero de un ensayo a las redes sociales y la repercusión fue inmediata y grata. De un momento a otro se viralizó y los elogios y el aliento de amigos y conocidos no tardaron en llegar. Y con ellos, más ganas de retomar este proyecto. Pero lo que los movilizó fue el comentarios de dos mamás, que les contaron que después de ver el video en cuestión, sus hijos -un nene de 3 y una niña de 8- empezaron a hacer percusión golpeando en las mesas. Así, sin querer queriendo y con impronta 2.0, "A poncho" iniciaba su vuelta al ruedo musical sanjuanino. Integrado hoy por Laura Pastén (quien impulsó la creación del grupo), Stella Más, Gabriel Fernández y Fernando Musu (en lugar del Javier Corbella), el cuarteto que nació en 2016, que debutó en un círculo reducido y que luego -por los compromisos de cada uno- tuvo un impasse, vuelve a sonar como el primero de su tipo en la provincia, dedicado al folclore latinoamericano "con niños". Y es un "con" y no un "para" -como prefieren decir- porque el entusiasmado combo siente que de ese modo también involucran a los más grandes que siempre acompañan a los pequeños a cualquier espectáculo.
Buena parte de su repertorio está conformado por temas de María Elena Walsh, aunque también incluyen otras obras populares del repertorio latinoamericano y composiciones propias. "Cada ensayo está abierto a la exploración, tarareando giros melódicos, combinando timbres, probando esquemas rítmicos, generando diversos ensambles o superposiciones; siempre poniendo sobre ‘la mesa azul’ que se encuentra en el estudio-sala de ensayo, los saberes de cada uno en pos de un producto grupal que no pierde la esencia de lo lúdico, la espontaneidad, la improvisación y el buen humor", comentaron desde el grupo, que se alimenta de los estudios académicos y las experiencias individuales. Gabriel, que llegó en el ’81 de Córdoba (donde su padre era concertista de fagot y flauta dulce piccolo en la Sinfónica; y él estudió en el colegio Los Niños Cantores) y fue quien subió el video de la sorpresa, se desempeña como docente de música en Nivel Inicial y Primaria en establecimientos privados; y es voz y armónica del grupo de rock "Ni tan buenos ni tan malos". Maestro de grado, estudió en la Escuela de Música, fue baterista de rock durante dos décadas, toca varios instrumentos (flauta traversa, piano, guitarra, fagot) y ha actuado con orquestas y grupos de cámara, entre otras cosas.
Stella también es docente de música en Nivel Inicial y Primaria, profesora del Departamento de Música, de un Instituto Preuniversitario de la UNSJ y de Institutos de Formación Docente; y viene de familia musical: su madre tocaba el acordeón y su tía el piano; pero fue señorita Rosita quien le recomendó a su madre que la hiciera estudiar música. Y así fue. Entre otros títulos, es maestra de Música, profesora universitaria y licenciada en Educación Musical, y magister en Didáctica de la Música.
Fernando, que de niño integró la recordada Pandilla del Tío Melchor y formó un grupo con sus hermanos, es profesor de música en nivel inicial, primario y secundario; y profesor de canto, guitarra y otros instrumentos en un instituto privado. Además de sus propios proyectos, también es bajista de Tres para Cuyo.
"El ser docentes-músicos y músicos-docentes en actividad, con una trayectoria profesional muy diversa cada uno, nos permite pensar la música desde un enfoque particular, que se ve nutrido por las experiencias áulicas" A poncho.
Y Laura, que a los 8 ya hacía shows cantando con vecinas de su barrio, es docente de música en los tres niveles, integra un dúo de folclore con Adrián Torres y es coordinadora del proyecto institucional ESA (La escuela sale del aula) en un establecimiento de enseñanza secundaria. Estudió en el Departamento de Música y se recibió con el título Magisterio en Educación Musical, y cursa el Profesorado Universitario en Educación Musical y la Licenciatura en Educación Musical, por citar algunas de sus actividades.
Todos ellos son "A poncho", y más allá de la prenda autóctona a la que refiere el nombre y que bien le sienta a la identidad de la banda -"un elemento autóctono de nuestra cultura", explican-; también aluden de forma "picaresca" a esa expresión que se usa popularmente para decir que alguien no estudió. Pero cabalmente, no es el caso de este cuarteto, que con todos sus saberes en el asador, ha regresado por más folclore para y con los chicos. "Y al público general de todas las edades que quiera disfrutar de las músicas y su infinita diversidad".