La escultura, de una altura de 8,35 metros, se erige sobre una base rectangular de 4,88 por 3,45 metros, y para instalarla, previamente se realizó una obra civil para ‘anclarla’ al suelo y así prescindir de soportes externos. Sin dudas, no pasará desapercibida para las personas que pasen por la puerta del museo Franklin Rawson.
Hoy comenzó al instalación de la obra elegida en el concurso internacional que realizó el museo en 2019 y que tuvo a una artista sanjuanina como la autora del proyecto ganador. Beatriz García Huertas ya empeiza a ver a su ‘Caleidoscopio’ en el lugar donde se imaginó