"Aquí hay una belleza tranquila. Estoy ansioso de explorar mi nuevo hogar", dice el tuit publicado por la cuenta oficial de la sonda InSight de la NASA, en la que se ve la primera imagen que tomó el equipo mientras recorría el suelo marciano.

 

Se trata, en realidad, de la segunda imagen que envió la misión, ya que minutos después de su llegada al planeta rojo transmitió una foto tomada desde el aire antes de amartizar. Fue la forma de confirmar que había llegado bien y que sus equipos funcionaban correctamente.

 

Junto con estas dos imágenes, InSight envió señales a la Tierra indicando que sus paneles solares están abiertos y recogiendo luz solar en la superficie marciana. El despliegue de la matriz solar garantiza que la nave pueda recargar sus baterías cada día, informó la NASA en su sitio oficial. 

 

Los paneles solares gemelos de InSight tienen 2,2 metros de ancho. Marte tiene una luz solar más débil que la Tierra porque está mucho más lejos del Sol. "Pero el módulo de aterrizaje no necesita mucho para operar: los paneles proporcionan de 600 a 700 vatios en un día claro, suficiente para alimentar una licuadora doméstica y mucho para mantener a sus instrumentos dirigiendo la ciencia en el Planeta Rojo", indicó la agencia espacial estadounidense. Puede operar incluso si los paneles son cubiertos por el polvo de la superficie marciana.

 

En los próximos días, el equipo de la misión desarmará el brazo robótico de InSight y usará la cámara adjunta para tomar fotos del suelo para que los ingenieros puedan decidir dónde colocar los instrumentos científicos de la nave espacial. La NASA estimó que Pasarán de dos a tres meses antes de que esos instrumentos se implementen por completo y envíen datos.

 

Tras siete años de trabajo y siete meses de viaje por el espacio, la sonda estadounidense InSight "amartizó" el lunes por la tarde.

 

Cada etapa exitosa de esta milimétrica y arriesgada operación despierta la algarabía en el centro de control del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en Pasadena, California.

 

Es la primera vez desde 2012 que un artefacto logra posarse sobre Marte, después de que lo hiciera el vehículo Curiosity de la NASA, el único actualmente activo en la superficie del planeta rojo.

 

Más de la mitad de los 43 intentos por llevar a Marte robots, satélites u otros -ejecutados por agencias espaciales de todo el mundo- han fallado.

 

Solo Estados Unidos ha logrado colocar artefactos allí, invirtiendo en estas misiones con el objetivo de preparar una futura incursión con exploradores humanos para la década de 2030.

 

La sonda se desplazó 480 millones de kilómetros a unos 20.000 km/h, entre tres y cuatro veces más rápido que una bala de fusil, para alcanzar un área rectangular de unos 10 km por 24 km.

 

Esta sonda de 993 millones de dólares deberá por cerca de dos años escuchar y escrutar el interior de Marte para intentar develar los misterios de su formación, hace miles de millones de años. Conocimientos que podrían permitir posteriormente comprender mejor la formación de la Tierra, el único planeta rocoso del que se ha estudiado realmente su interior.

 

El objetivo es construir un mapa en tres dimensiones del planeta, de manera que "podamos entender el interior de Marte tan bien como hemos llegado a conocer el exterior", dijo Bruce Banerdt, el principal investigador del proyecto en el JPL.