Entre los 250 trabajadores de la fábrica de carburo Electrometalúrgica Andina (EMA) hay desánimo e incertidumbre por el futuro laboral. Ayer no se presentó ningún representante por la parte empresaria a la audiencia convocada en la sede de la Subsecretaria de Trabajo, donde se iba a decidir cómo sigue la relación laboral tras haber finalizado el plazo de suspensiones concertado, y se debió convocar a un nuevo encuentro para el jueves de la semana que viene. Mientras tanto los empleados no cobran desde hace un mes, ni siquiera el 60% del sueldo acordado durante las suspensiones y sólo les han abonado una pequeña cuota del aumento paritario del 2017. Ayer dijeron que a muchos les han cortado la luz y que no tienen siquiera para recargar la tarjeta SUBE.
“”Dicen (los dueños) que no fueron notificados, algo que no es cierto porque los representantes firmaron el acta donde se pasaba a un cuarto intermedio hasta el 5 de abril. Allí también se comprometieron a pagarnos en ese plazo lo adeudado, pero no lo hicieron”, dijo ayer el secretario general del Sindicato Obrero Químico, José Gordillo. Tras una comunicación telefónica ayer la parte empresaria ofreció pagar una suma de $1.000 por trabajador, algo que fue rechazado de plano por el sector gremial que representa a los empleados. Gordillo evidenció el desánimo generalizado que reina entre el personal y advirtió que es inminente la toma de la planta fabril ubicada en Chimbas por parte del personal, en caso de no tener respuestas hasta el lunes próximo. “Se va a tomar la decisión que dijimos desde el principio, los empresarios de Buenos Aires no contestan y en San Juan no hay nadie con quién negociar”, dijo Gordillo. DIARIO DE CUYO intentó comunicarse con Patricia Carmona, una de las propietarias; pero sin éxito. Por su parte, Mario García, secretario adjunto del sindicato; dijo que “”la situación está desbordada” y que el personal “”no ve ninguna salida”. Incluso expresó que si la empresa debe cerrar, que lo haga rápido y pague las indemnizaciones, ya que no quieren que llegue a quebrar como le ocurrió hace pocos meses a la autopartista Delphi donde los trabajadores quedaron en la calle, sin un peso.
La fábrica está parada hace un mes y los empleados son pesimistas sobre su reactivación.
“Esto es una agonía inaceptable, agradecemos al gobierno que dio mucho apoyo, pero la empresa no reacciona. Que tomen la decisión que tengan que tomar, pero que sea rápido”, dijo García. Los dirigentes denunciaron además el abandono en que está sumida la planta fabril, con el pasto sin cortar e inactiva desde hace un mes. Desde hace unos años EMA viene a los tumbos por los altos costos de la energía y los problemas de competitividad para exportar el carburo y silicio que fabrica en sus cinco hornos. El pasado 13 de marzo, tras una audiencia entre las partes y la autoridad laboral, se decidió el regreso de las suspensiones hasta fin de mes, con el 60% del salario. La causa fue que la proveedora de carbón residual de petróleo -la estatal YPF- achicó el cupo y subió el precio. Gordillo dijo que por gestiones realizadas por el Gobierno provincial se logró que YPF destrabara un cupo extra de materia prima para encender al menos un horno, pero que la empresa dijo que no tenía fondos para comprarlo.