En los alrededores de París, hay barriadas pobres, con familias hacinadas, que tienen mucha dificultad para cumplir con la cuarentena dictada en medio de la pandemia por coronavirus. En esas zonas, ya van dos noches de incidentes, que comienzan con fuegos de artificio para terminar horas más tarde con cargas policiales y utilización de gases lacrimógenos para "pacificar" a bandas de jóvenes incontrolados.

Tras un largo de rosario de incidentes en toda la banlieue parisina, los suburbios de la capital, la noche del sábado al domingo culminó con un accidente grave: un joven que corría, en moto, a cierta velocidad, se estrelló contra la puerta de un coche de la policía que intentaba detenerlo. Ese primer joven herido, en Villeneuve-la-Garenne, pudo ser operado con urgencia, satisfactoriamente. 

La noche / madrugada del domingo al lunes, volvieron a estallar incidentes violentos en Villeneuve-la-Garenne y otra ciudad problemática, Aulnay-sous-Bois, en la «banlieue» / suburbios parisinos. Y anoche volvieron a repetirse. 

A los primeros fuegos de artificios, de carácter festivo, siguieron incendios de coches y cubos de basura. Las fuerzas del orden intervinieron con relativa rapidez y expeditivamente, usando gases lacrimógenos en varias ocasiones.

En pleno confinamiento, los jóvenes salieron a la calle, quemaron el mobiliario urbano de las cercanías de sus edificios. Así comenzó el incendio de vehículos de los vecinos, que estaban estacionados en el parking de los edificios, en un fenómeno similar al del estallido social del 2005 en los suburbios de París y las grandes ciudades francesas.

Desde hace días, varios especialistas insisten en el riesgo de incendios y estallidos de violencia en los tres grandes departamentos de la «banlieue» parisina: Seinte-Saint-Denis (93), Val de Marne (94) y Hauts-de-Seine (92).

 

Fuente: MDZ