A partir de mañana, la vacunación contra el Covid-19 será obligatoria para el personal médico y de cuidados en Francia, una medida que afecta a 2,7 millones de personas y que enfrenta resistencias en una minoría.

Los trabajadores de hospitales, de residencias de ancianos y auxiliares, entre otros, podrán a partir de mañana ser suspendidos de empleo y sueldo, si no recibieron al menos una dosis.

Esta "orden autoritaria generará tensiones y caos", afirmó hoy la responsable de Salud del sindicato CGT, Mireille Stivala, durante una manifestación de pocos centenares de personas ante el ministerio del ramo, informó la agencia de noticias AFP.

El presidente francés, el liberal Emmanuel Macron, fijó el plazo del 15 de septiembre hace dos meses y, según las autoridades, un 12% de empleados de hospitales y geriátricos todavía no se habían vacunado hace una semana.

Los sindicatos alertan de eventuales problemas si no se les deja ejercer. "No podemos permitirnos perder más sanitarios", subrayó Stivala, que advirtió sobre eventuales "cierres de camas" y una peor atención.

La firmeza del Ejecutivo francés, cuyo ministro de Salud, Olivier Véran, anunció "controles sistemáticos", motivó que algunos de los trabajadores afectados todavía sin inmunizar dieran el paso.

Un creciente número de países como Grecia, Italia, Hungría, Australia, Canadá y Gambia, entre otros, impone la vacunación contra el Covid-19 en determinados sectores como la salud, el turismo o la administración.

Más de 115.600 personas murieron en Francia a causa del coronavirus, según las autoridades sanitarias. Casi un 70% de la población completó su pauta de inmunización, es decir unos 46,7 millones de personas.

Fuente: Télam