
“Fue terrible. Me agarraron en la calle y me pegaron por todos lados. Me rasguñaron, me dieron piñas y me pegaron con algo en la espalda y me quebraron una costilla. Todo por $300”. La frase la dijo Aldo Morán, un carpintero de 58 años que denunció a un grupo de personas de un comercio capitalino de darle una brutal paliza.
El hombre fue a reclamar por un lavarropas que dejó y como se negó a pagar $300 para que se lo armaran, discutieron. Según el carpintero, lo insultaron y de un momento a otro, el propietario, su hijo, la esposa de éste y un empleado lo agredieron. Ayer, desde el comercio negaron la existencia de una paliza: “Él sacó una manopla del carro y era una persona que estaba muy sacada. Golpeó la puerta y se llevó el lavarropas a los tirones. En ningún momento le pegamos”, dijo un hombre que sólo se identificó como Jorge.
El local apuntado es “Elimar Refrigeración”, en Entre Ríos 242 Norte. Según la víctima, hace unos días se le rompió el lavarropas y lo dejó allí. “Busqué en la guía y lo dejé porque queda cerca de mi casa. A los días me dijeron que no tenían el repuesto. A los 3 días fui a buscarlo para que no estorbara”, dijo Morán. Al recogerlo ocurrió el problema. “Me iban a cobrar $700 y lo desarmaron. Como no lo arreglaron me quisieron cobrar $300 por armarlo. Les dije que no les iba a pagar nada porque era su obligación entregármelo como se los dejé”, explicó el herido.
Morán y el dueño discutieron y los ánimos se caldearon. “Él y su hijo me insultaron. Saqué el lavarropas a la calle y lo cargué en mi carro. Me di cuenta que le faltaba la tapa y entonces volví. De adentro venía el hijo con la tapa en la mano y me insultó. Me la tiró, me quiso cerrar la puerta en la cara y le puse el pie para trabarla. Eso fue todo lo que hice y se volvieron locos”, relató el denunciante.
En ese momento, el dueño lo abrazó por detrás y su hijo y la esposa comenzaron a pegarle. “La mujer me arañó la cara y su marido me pegaba trompadas en la cabeza. Me querían llevar adentro del local y mientras luchaba por zafarme, supongo que el empleado me pegó con un palo o algo así. Me dejaron sin aire, no podía respirar porque me quebraron una costilla. Cuando me soltaron llamé al 911. Una locura lo que hizo esta gente”, dijo Morán.

Testimonios
Aldo Morán – Denunciante
“Me agarraron en la calle y me pegaron por todos lados. Me dejaron sin aire, no podía respirar porque me quebraron una costilla. Cuando me soltaron llamé al 911. Una locura lo que hizo esta gente”
JORGE – empleado del comercio
“Él sacó una manopla del carro y era una persona que estaba muy sacada. Golpeó la puerta y se llevó el lavarropas a los tirones. En ningún momento le pegamos”
