En Twitter, se viralizó una imagen que muestra un contundente detalle en el ticket de un restaurante, luego de que una mujer hiciera un pedido especial para su plato. El contenido generó miles de interacciones y dio lugar a un debate entre muchos usuarios, sobre si estaba bien la solicitud de la comensal o si se trató simplemente de un capricho.
Últimamente, en las redes corren mensajes vinculados a experiencias en restaurantes y otros tipos de locales gastronómicos. Hay distintas aristas que llaman la atención y generan discusión como los precios de los platos, la atención recibida o el ambiente del lugar. En este caso, lo que desató la difusión fue un detalle en el ticket después de consumir.
La imagen, difundida por el usuario @soycamarero en Twitter, muestra la imagen del ticket de un restaurante español. En la lista, aparece el ítem junto con el precio y abajo de todo la suma total, como ocurre en cualquier cuenta. Sin embargo, hubo una anotación al momento de tomar el pedido que quedó registrada en el papel que recibió la comensal.
La mujer ordenó unos spaghetti boscaiola, plato en el cual los fideos están acompañados de champiñones, aceitunas negras y bacon. Según lo que se observa en la foto, la cliente pidió que prepararan el plato sin panceta para ella.
La solicitud fue cumplida y después de disfrutar de la comida llegó el momento de pagar. Allí fue donde se produjo el conflicto. En el ticket, debajo del ítem de la pasta, apareció una anotación que se realizó al cargar el pedido: “Sin carnes para la rompe bolas”. Evidentemente, quien realizó esa anotación para la cocina no imaginó que iba a quedar plasmado en la cuenta de la mesa. Al ver esto, la mujer le sacó una foto y la compartió en su historia, que luego fue difundida por la mencionada cuenta de Twitter.

Dentro de las miles de interacciones que tuvo el tuit, muchos apuntaron contra la clienta por querer cambiar la esencia del plato y, asumiendo que la mujer es vegana, la criticaron por esa elección. Sin embargo, la mayoría de las respuestas fueron en sentido contrario, defendieron a la comensal por su elección y cuestionaron al local gastronómico y la manera de hablar sobre los clientes.
