En una semana. Sólo durante la semana pasada, el dólar experimentó un incremento de 53 centavos.

 

El dólar alcanzó ayer un nuevo récord al subir 68 centavos respecto a la víspera y cerrar a un promedio de 18,96 pesos para la compra y 19,46 pesos para la venta en el segmento minorista.

Por su parte, a nivel mayorista se ubicó en 19,10 pesos y 19,20 pesos para la compra y la venta, respectivamente.

El tipo de cambio mostró en la rueda una fuerte corrección de 68 centavos de pesos en el segmento minorista y de 77 centavos en el mayorista, impulsado principalmente por los anuncios realizados ayer en la mañana por el equipo económico, que definió una pauta de inflación para el año próximo de 15 por ciento. En el mercado informal el dólar blue cerró a 19,15 pesos para la compra y 19,55 pesos para la venta.

Operadores dijeron que en esta época del año es habitual una mayor presión tomadora de divisas por pagos de obligaciones al exterior, giros de dividendos y una típica demanda estacional por turismo. “Las fluctuaciones del dólar son parte del sistema, hay que acostumbrarse”, dijo Federico Sturzenegger, presidente del Banco Central de la República Argentina, durante la conferencia de prensa donde se anunció el cambio de meta inflacionaria (ver página 10). Agregó que el tipo de cambio flotante protege a los productores y es beneficioso ante crisis externas.

El billete completó así su decimosegunda alza consecutiva de subas, en la que registra un alza del 10,2 por ciento, y acumula un avance del 20,3 por ciento en el año. El miércoles pasado, el dólar minorista terminó en 18,28 pesos para la compra y 18,78 pesos para la venta.

La moneda norteamericana acumuló sólo durante la semana pasada un incremento de 53 centavos.

El director de Ecolatina, Lorenzo Sigaut Gravina, había señalado por estos días que “el factor de fondo” para esta suba del dólar “es que estaba muy barato”, ya que “la inflación cerrará este año cerca del 24 por ciento”.

“Este comportamiento del recorrido de los precios del dólar se puede considerar como lógico si pensamos que estamos ante un cambio de escenario por fin de año, las compras de empresas para pagos de sus obligaciones al exterior, el giro de dividendos y la caída del rendimiento de las tasas en pesos”, subrayó Fernando Izzo, analista de ABC Mercado de Cambios.

En diciembre se produce un efecto estacional que impulsa al dólar a la suba: demanda de empresas por cierres anuales y cobertura de inversores que se van de vacaciones, entre los aspectos más frecuentes.

Según observadores, nadie en el Gobierno se puede llamar a engaño por el dólar porque fue algo buscado después de meses en los que se lo consideraba atrasado y los datos del comercio exterior brindaban un resultado elocuente: las importaciones crecen 20 por ciento en los primeros 11 meses del año mientras que las exportaciones lo hacen a un 1,2 por ciento.  Agencias