Durante la mañana de este jueves, trascendió que la Cancillería permitirá que más de 200 médicos cubanos lleguen a la Argentina, con el objetivo de sumarse a la lucha contra el coronavirus en las próximas semanas, cuando las autoridades locales piensan que se desarrollará el pico de la enfermedad en el país.

Mediante el aislamiento social, preventivo y obligatorio decretado por el Gobierno nacional se buscó postergar esa instancia y ganar tiempo para preparar el sistema sanitario, comprar respiradores y otros insumos médicos, instruir al personal abocado a atender la emergencia y conseguir más médicos. Con ese argumento, el Gobierno pretende que 202 profesionales cuabanos arriben próximamente, en un vuelo especial de la aerolínea Cubana de Aviación.  La mayoría serán destinados a la provincia de Buenos Aires, donde el propio ministro de Salud, Ginés González García, reconoció en un encuentro con Diputados que teme que se desarrolle una “situación inmanejable”.

 

A diferencia del resto de las personas que llegan a la Argentina del exterior, los médicos cubanos no deberán cumplir con los 14 días de cuarentena obligatoria. Llegan con una declaración jurada avalada por el régimen castrista que garantiza que no registraron síntomas de COVID-19 y están sanos, en condiciones de prestar servicio en forma inmediata.

Ante esta determinación, Infobae consultó a organismos que nuclean a profesionales de la salud locales para conocer sus visiones respecto a esta medida.

Red Integrada de Médicos Argentina (REDIMA)

Para María Berude, médica cirujana, MP 4973 (S.L.), vocera REDIMA de la región Cuyo, “la primer pregunta que nos hacemos desde REDIMA es cuál es la finalidad, el objetivo, por el cual se manifiesta una intención, un proyecto de traer médicos extranjeros, de Cuba o de cualquier otro punto del mundo”.

La segunda pregunta es muchísimo más preocupante es qué categorización tienen, qué nivel de formación tienen, quién va a avalar la formación de estos médicos. Nosotros tenemos un sistema de formación en el país que va requiriendo desde una serie de categorizaciones hasta la habilitación que se estima que avala la formación o la categoría que tenemos de entrenamiento. En este caso, en estos profesionales, es una pregunta que queda abierta", agregó.

En diálogo con Infobae, Berude manifestó: “Lo que nos preocupa mucho es el número de contagios que vemos hoy en el personal de la salud, en relación al número de COVID-19 positivos que tiene el país. Entonces, si nosotros seguimos trayendo personal de cualquier lado y no tomamos las medidas de bioseguridad adecuadas, esta medida no nos va a sumar, nos va a restar. Vamos a tener cada vez más personal infectado, incluso de otros países”.

“Acá el punto no pasa por sumar médicos, pasa por proteger el recurso humano que la Argentina ya tiene. Nos quedan los interrogantes respecto a que no sabemos cuál es el objetivo por el cual los traen, cuál es la meta o qué quieren cubrir. El segundo punto es que no sabemos qué nivel de formación tienen y quién lo va a avalar. Y el tercer punto es que, si no corregimos las situaciones de bioseguridad actuales, lo único que vamos a lograr es sumar más personal de salud infectado, así sean extranjeros. No me parece que sea en esta instancia la medida prioritaria", manifestó.

Confederación Médica de la República Argentina (COMRA)

El presidente de la COMRA, doctor Jorge Alberto Coronel, conversó con Infobae y manifestó: “En otras oportunidades se amenazó con traer profesionales provenientes de Cuba y nuestra posición siempre fue rechazar estas medidas. Consultando a distintas asociaciones médicas de Latinoamérica, se vio que no se podía determinar la validez de la capacitación de estos supuestos médicos y hemos denunciado que los requisitos que se les pedían a estos médicos no eran los suficientes”.

Según Coronel, “les pagaban muy poco a estos supuestos médicos y los intermediarios que hacían la operación para traerlos se quedaban con el resto de sus salarios". "Esto sucedió en Brasil por ejemplo y en Bolivia, en donde recientemente renunció el ministro de Salud, ya que se le pidió a los médicos el título y no lo tenían. No tenían los avales de las universidades ni los títulos correspondientes que los habilitaba como médicos”, agregó.

“En este caso, vendrían a trabajar sin revalidar sus títulos, y el hecho de que no cumplan con los 14 días de cuarentena no tiene ningún tipo de sentido ni lógica. Pedimos que le den a los médicos argentinos la protección y el equipamiento correspondiente para actuar frente a este virus, que las autoridades protejan a nuestros médicos, ya que habría alrededor de 200 personas, profesionales de la salud, entre médicos, enfermeros, todo el equipo de salud, con COVID-19 positivo porque no cuentan con las medidas de bioseguridad para poder trabajar”, enfatizó Coronel.

Federación Argentina de Asociaciones de Anestesia, Analgesia y Reanimación (FAAAAR)

Para el doctor Hugo Gutiérrez, presidente de la Federación Argentina de Asociaciones de Anestesia, Analgesia y Reanimación (FAAAAR), “nosotros siempre somos inclusivos, pero tienen que pasar ciertos trámites como la convalidación de los títulos ante el Ministerio de Educación". "Después, dependiendo los lugares, deben obtener la matrícula de médicos. Si no es ejercicio ilegal de la medicina. De hecho, el año pasado estuvimos trabajando con anestesiólogos venezolanos, tenemos nosotros registrados 37. Los que obtuvieron la revalida les dimos la posibilidad de hacer un examen nivelatorio que dura dos años y mientras tanto los hemos puesto como socios nuestros”.

Sin embargo, manifestó: “No es la realidad con los médicos cubanos, que realmente creo que ningún colegio médico tenía conocimiento del arribo de estos profesionales. Esta decisión ha incomodado mucho al sector, ya que lo que hoy están reclamando los médicos en líneas generales son los equipos de protección personal, por la experiencia mundial”.

“Sin las protecciones correspondientes somos vulnerables y, si el equipo de salud se cae, es muy difícil que se pueda seguir atendiendo a la gente. Hay sanatorios que han evacuado al 80% de sus pacientes, prácticamente han cerrado, por ejemplo con lo que sucedió en el Hospital Belgrano. No podemos trabajar si no tenemos los equipos de protección personal, que es lo que está faltando en la mayoría de los hospitales”, apuntó Gutiérrez.

“En lo que se refiere a la provincia de Buenos Aires, que seguramente sea donde sean destinados los médicos cubanos, con respecto a la especialidad de anestesiología están cubiertos todos los hospitales de la provincia. Tenemos un compromiso con el hospital público desde 2011 y nos hemos obligado a dar cobertura a los hospitales públicos. Se ha dicho que no hay anestesiólogos y lo que la realidad muestra es que no hay terapistas. Nosotros, que somos la última línea porque las cirugías van a seguir, seguramente vamos a tener que hacer de terapistas y nos estamos entrenando y preparando para eso”, agregó.

Francisco Toscano, miembro de la Fundación Cardiológica Argentina

Para el médico cardiólogo Francisco Toscano (MN 95.358), miembro de la Fundación Cardiológica Argentina, “es una barbaridad y una especie de insulto a los médicos argentinos y creo que la mayoría de los profesionales de la salud piensan lo mismo”.

Fundación Estudios Clínicos Latinoamérica (ECLA)

El Comité Ejecutivo de ECLA analizó: “el tema de la llegada de los 202 médicos cubanos nos genera una serie de interrogantes: el primero es que la Argentina cuenta con una excelente capacidad de recursos médicos y paramédicos. El estándar de los recursos médicos en la Argentina es muy elevado, por lo tanto, si tuviéramos un problema con los recursos médicos, ¿lo solucionaremos solamente con 200 médicos traídos de Cuba? ¿Cómo homologarán estos profesionales sus títulos de médicos? Esto no es menor”.

“La otra pregunta que nos surge es que si tuvieramos que pensar en traer médicos del exterior, en un tiempo de pandemia, se debiera elegir a quien pueda ofrecer transferencia de conocimiento y expertise en COVID-19. Por lo tanto, en ese escenario imaginario, entonces sugeriríamos traer médicos de China, Italia, España, que ya hayan pasado por la experiencia y puedan aportar expertise. Es una decisión que no le encuentro lógica en este contexto”, agregaron desde Fundación Estudios Clínicos Latinoamérica.