El viaje de egresados a Córdoba de las alumnas de 6to grado del Colegio El Tránsito de Nuestra Señora terminó en frustración y en un regreso antes de lo previsto luego de que un grupo de niñas (en su mayoría, de 11 años) denunciara que el fotógrafo de la empresa Turismo Bacur, encargada del viaje, se paseara en una zona del micro con los genitales al aire, mientras se los tocaba. Según una madre, una de las niñas además dijo que intentó obligarla a tocarle las partes íntimas. Y también lo acusaron de tomarles fotos en poses provocadoras.
El sujeto acusado, identificado como Pablo Golpe, fue denunciado en el ANIVI y ayer el juez Pablo Flores, del Segundo Juzgado de Instrucción, pidió su detención. Sin embargo, hasta anoche nada se sabía de él, pues no volvió a la provincia con el resto del contingente.
Al parecer, todo ocurrió en el camino de ida. La unidad salió de la Terminal, en Capital, cerca de las 23.45. Iban 34 alumnas, personal docente (entre ellas unas religiosas) y empleados de la empresa. Según el relato de una madre, sobre las 4 de la mañana empezó el escandaloso hecho, cuando Golpe fue al baño, en el piso superior del micro. En ese momento la luz del colectivo era tenue y algunas de las niñas iban durmiendo, pero otras no. "Fue al baño y no cerró la puerta. Y después salió con el pene afuera, caminaba por el pasillo y se lo tocaba", describió la mujer. El fotógrafo habría hecho varias pasadas desde la mitad de la unidad hacia la parte trasera, donde habían unas 15 niñas.
No se sabe bien si fue por miedo o qué, pero lo cierto es que, según el comunicado que difundió el colegio, recién el sábado las alumnas contaron a las docentes lo que había pasado. Y fue la vicedirectora, María de los Ángeles Acosta, la que a través de un audio por Whatsapp contó a los padres la versión de las alumnas y les avisó que habían decidido emprender la vuelta a primera hora del domingo, argumentando que en Córdoba no habían podido radicar la denuncia y que lo harían en San Juan.
El micro llegó a la provincia a las 19 y, ni bien bajaron, un grupo de padres furiosos se las agarró con las autoridades del colegio y con los encargados de la empresa. Allí hubo empujones e insultos, sobretodo contra el personal docente. Es que los padres dijeron que intentaron tapar todo, por ejemplo, amenazando a las alumnas con que si contaban lo ocurrido les iban a bajar las notas. Y también acusaron que no les querían entregar los celulares (en un principio se acordó que las niñas debían entregarlos a los docentes para "disfrutar el viaje") para que no les contaran lo que había pasado.
"Las niñas están muy mal. Es terrible el daño psicológico", dijo una madre.