El italiano Filippo Ganna (INEOS Grenadiers), segundo en la última Vuelta a San Juan, carrera en la que tiene también dos terceros puestos; que viene de ser segundo en la Milan-San Remo, primera carrera "monumento" del año que ganó el neerlandés Mathieu van der Poel (Alpecín); eludió la cita del pasado domingo, en la segunda de las cinco grandes clásicas del ciclismo mundial, el Tour de Flandes, en el que se impuso el esloveno Tadej Pogacar (UAE Team Emirates), porque apuntó sus cañones a la 120 edición de la París – Roubaix, que se disputará el próximo domingo, con lanzamiento, este año por las obras que se están haciendo en la capital francesa para los Juegos Olímpicos del próximo año, en Compiegne, ciudad situada 65 kilómetros al norte de París.

El italiano, de 26 años, doble campeón mundial de contrarreloj, actual hombre récord de la hora en pista, y también el primer ciclista en bajar los 4 minutos en la persecución individual; se ha puesto entre ceja y ceja ganar la prueba denominada el "infierno del norte", que tendrá 256,6 kilómetros llanos, pero con la dificultad de una veintena de tramos de adoquines, que completan casi el 20 por ciento del recorrido total.

En París-Roubaix no estará Pogacar, pero si lo harán los otros dos clasicómanos, Van Aert y van del Poel; sobre ellos Ganna tendrá la ventaja que no disputó el Tour de Flandes, que significó un importante desgaste para sus ocasionales rivales que sufrieron al fenómeno esloveno.