El pibe belga dejó de ser promesa para ser una hermosa realidad. En la altura del Colorado defendió con la madurez de un veterano la malla de líder que viste desde la contrarreloj y que de mantener hasta el domingo, algo factible porque cuenta con un fuerte equipo, logrará en San Juan su primer triunfo en carrera de etapas

 

La tarde del 31 de enero de 2020 quedará grabada a fuego en la historia del ciclismo mundial y en la campaña particular del ciclista belga Remco Evenepoel. El joven maravilla del Deceuninck Quick Step ratificó ayer en la altura del Colorado que está llamado a ser quien domine el planeta del pedal profesional en los próximos años. La tarea que desarrolló la etapa reina de la Vuelta a San Juan, carrera que quedará tatuada en su piel porque en ella debutó como profesional en 2019 y está a un paso de convertirse en la primera competencia por etapas que incorpore a su palmares; rozó la excelencia. Para ser impecable le faltó ganar el parcial de 175,1 kilómetros cuyo nombre le puso el colombiano Miguel Flórez (Androni Gioccatoli) quien con un estiletazo quirúrgico rompió el grupo de punta cuando faltaban 400 metros.

Hasta allí, Evenepoel demostró que está tallado de la mejor madera. Junto a su equipo trabajó casi siempre en la cabeza del pelotón para evitar cualquier sorpresa. Sabía que los ataques comenzarían temprano y que tenían que regular energías para cuando la cuesta se empinara y la altura produjera sensación de apunamiento en físicos que están recién en etapa de preparación apuntando a las carreras de la primavera europea, como primer punto de exigencia y las grandes vueltas, después.

No perdió la cabeza cuando siete hombres les habían abierto un hueco de mas de cinco minutos. En ese momento quien pasaba a liderar virtualmente la clasificación general era el brasileño Magno Prado Nazaret (SEP-San Juan) quien era el mejor ubicado en la clasificación general a 2m44s del pibe belga.

Ni siquiera el ir perdiendo uno a uno a sus gregarios lo sacó de su temática. Faltaban 30 kilómetros y sólo le quedaba para ayudarlo su compatriota Pieter Serry. En ese instante se rompió el pelotón y 27 ciclistas saltaron para conectar a los siete hombres que marchaban arriba. Entre ellos viajaba el italiano Filippo Ganna (Selección

de Italia) quien con el minuto de ventaja que tenían sobre el grupo del líder pasaba a desbancarlo.

Contó con el apoyo de Serry hasta La Ciénaga. Los últimos 20 kilómetros, donde el camino comienza a empinarse, debió hacerlos solo. Lo atacaron César Paredes y Óscar Sevilla (Team Medellín) y Juan Pablo Dotti (SEP-San Juan) y él no se inmutó. Salió a buscar y neutralizó dos ataques de Paredes, demostrándole que no lo iban a "colgar" fácilmente, obligando al colombiano a cerrar filas y dedicarse a ayudar a su jefe de escuadra, el español Sevilla, a llegar lo más entero posible a los cuatro kilómetros finales.

Y fue, justamente, en ese tramo decisivo donde el pibe de oro dio la máxima demostración de carácter. Salió a buscar y neutralizó a Brandon McNulty (UAE Emirates) y Juan Melivillo (Mun. Pocito) que habían sacado un centenar de metros. Después, faltando 1.500 metros pegó un palo para probar al resto y se dio cuenta que nadie podría complicarlo en la general. Desde allí rodó con firmeza y no arriesgó para ganar la etapa pues sabía que lo que debía hacer ya lo había realizado y se dedicó a disfrutar su gran momento.

 

 

 

Momento histórico

 

Las, aproximadamente, seis mil almas que se trasladaron a la cima del Colorado tendrán la posibilidad algún día de contarles a sus hijos y nietos que fueron testigos oculares del nacimiento de una estrella del ciclismo mundial. La sonrisa pícara y el gesto amable de Remco Evenepoel se ganaron el corazón de los sanjuaninos quienes ayer acudieron en multitud no dejando espacio para estacionar un auto más en los últimos cuatro kilómetros del puerto de altura. Con la única intención de ver la parte más exigente de la etapa y el rendimiento del chiquilín rubio que destrozó los sueños de los argentinos e hizo rendir a sus pies a los más fuertes escaladores americanos. Regalando una muestra gratis de su inmenso talento.