Insólitamente, terrenos públicos en los que se levantaron dos plazas en el Barrio Foeva, en Rivadavia, habían sido vendidos a particulares. Tal situación derivó en una denuncia de la gestión uñaquista, lo que derivó en una investigación penal. A poco más de dos años y dos meses de que estallara el escándalo, el comprador de uno de esos espacios verdes, Juan Carlos Lirio, firmó un acuerdo con la Asesoría Letrada del Gobierno de la provincia para cederlo al municipio rivadaviense. El tema salió a la luz por el reclamo de un grupo de vecinos del complejo habitacional y la movida representa el fin del conflicto con las tierras, dado que la otra ya había sido cedida a la comuna, tras la gestión del Ejecutivo, por las otras personas que la habían adquirido: Sergio Irimia Cadenas y Adrián y Gabriel Nassimof.
No obstante, la causa sigue su curso, debido a que está en la mira Blasco Alberto Novaro, exsecretario de Finanzas del gremio Foeva, quien debía ceder uno de los terrenos a Rivadavia, pero que terminó en poder de Ivana Paola Oliver Balaguer. La mujer se quedó con la otra plaza, por lo que también se encuentra bajo la lupa de la Justicia. De acuerdo a la denuncia, Oliver Balaguer recibió los inmuebles del sindicato como contraprestación de servicios que había brindado y, a su vez, los vendió a Lirio y a Irimia Cadenas y los hermanos Nassimof.
Luego de que estos tres últimos reintegraran la plaza a la comuna y tras el pedido de las fiscales Claudia Salica y Ana Lía Larrea, el juez subrogante del Primero de Instrucción, Benedicto Correa, los sobreseyó, ya que se comprobó que compraron el terreno de buena fe, dado que, en los papeles, estaba en manos de un privado, por lo que desconocían su origen público, explicaron las fuentes.
Después de que este medio diera a conocer el 23 de junio el sobreseimiento de Irimia Cadenas y los hermanos Nassimof, el otro "titular" del espacio verde se contactó con el asesor Letrado de Gobierno, Carlos Lorenzo, quien había trabajado en la donación del primer inmueble con el entonces ministro de Gobierno, Emilio Baistrocchi, promotor de la denuncia. Lorenzo confirmó que ayer se firmó el acuerdo con Lirio para la entrega de la última plaza a la comuna rivadaviense, desde donde deben hacer todos los trámites para que quede bajo su patrimonio.
De esa manera, el conflicto quedó solucionado, luego de que vecinos del barrio pusieran el grito en el cielo cuando vieron que obreros cerraban las plazas para la construcción de emprendimientos inmobiliarios y comerciales.
Fuera de lo administrativo, fuentes judiciales explicaron que Lirio debe presentar en el Juzgado y ante las fiscales el convenio de donación como prueba para tratar de zafar de la causa en lo que se lo investiga por un tipo especial de estafa: el desbaratamiento de derechos adquiridos. En el sistema penal local actual no está regulada la reparación del daño, lo que extingue la acción penal, pero todo indica que el imputado apuesta a correr con la misma suerte que Irimia Cadenas y los Nassimof. En ese punto, en la Justicia deberán evaluar todo su accionar para resolver su situación procesal.