El Gobierno nacional recogió hoy el respaldo de los principales sectores empresariales para trabajar en conjunto en la revisión de las cadenas de valor que permita sostener el proceso de "desinflación", y que los salarios ganen poder de compra, durante al reunión que encabezaron el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y los ministros del área económica.

Los funcionarios del Gobierno recibieron a los principales empresarios del país con un llamado a un "diálogo franco para reconstruir la Argentina", en el Museo del Bicentenario, un día después de la reunión que se mantuvo en el mismo lugar en el que ayer recibieron a la dirigencia sindical.

La idea del Gobierno, confiaron fuentes oficiales, fue plantear la agenda del 2021, lo que demanda "la armonización de precios y salarios con una expectativa de inflación a la baja y recuperación económica y salarial real".

Cafiero tuvo a su cargo la apertura y el enfoque político de la convocatoria, en la que señaló que "si todo el esfuerzo de las empresas y los trabajadores se va por la canaleta de la inflación, no va a servir de nada" y apuntó la necesidad de "hacer más vigoroso todo el enclave exportador argentino".

"Lo que queremos es establecer un acuerdo político y social entre los distintos sectores. Por eso esta convocatoria", explicó Cafiero al reafirmar que ”no existe una sociedad que se realice solo desde el Estado, pero tampoco una que se realice solo desde el mercado”.

De ambos lados de la mesa se destacó el buen clima y el diálogo generado, mientras que el ministro de Economía, Martín Guzmán, brindó detalles sobre las ideas que rigen el proyecto del Gobierno nacional, en una exposición de 33 minutos muy aplaudida por los asistentes.

Por la crisis de la balanza de pagos y luego la pandemia, "la macroeconomía está muy desordenada, entonces hay que empezar a trabajar cadena por cadena y precio por precio para ver donde se producen los saltos" dijo a los empresarios el titular del Palacio de Hacienda.

Guzmán también expresó que el objetivo es avanzar en una dirección coordinada, con “premisas sensatas” y evitando “promesas rimbombantes”.

Al finalizar el encuentro, el ministro de la Producción, Matías Kulfas, dijo que la reunión fue "constructiva", pero que el Gobierno mostró "firmeza" al exponer sus "objetivos" macroeconómicos: "Continuar con el camino de desinflación, que el año pasado fue de 20 puntos y que este año se busca converja en lo que dice el presupuesto. Además está el gran objetivo de que el salario le gane a la inflación".

El objetivo de que el salario real crezca "es compartido por todos los sectores" aseveró, al entender que "los empresarios lo necesitan para fortalecer la demanda interna".

"Los sindicalistas plantearon ayer tener pautas salariales que ganen. No tiene sentido encontrar quién pide 50 si después la inflación es de 60. Ahí perdemos todos. La idea es converger en 29 y que el salario esté por encima de ese nivel", añadió Kulfas.

Luego del encuentro, uno de los voceros empresariales fue el presidente de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco), Iván Szczech, quién confirmó que existe un "amplio consenso" en "generar una macroeconomía sana" y el respaldo a la idea de "alcanzar una estabilidad de precios" para que el salario "no pierda contra la inflación".

"Aportamos desde el sector empresarial propuestas y abrir los costos para ver en dónde están los problemas dentro de las cadenas de valor de cada uno de los insumos", afirmó Szczech al señalar que "hoy fue un lanzamiento del trabajo y se empiezan a ahondar los temas en mesas sectoriales".

Entre los temas que se abordarán, mencionó el análisis de costos, la productividad y la informalidad laboral, pero admitió que "una reforma laboral, si bien no se trató en la reunión de hoy, va a ser parte de la agenda".

Por su parte, el presidente de la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa) y de la automotriz Toyota, Daniel Herrero, también refrendó el concepto de un "salario real que crezca".

"Tenemos que atacar el tema de precios y salarios, buscando que el salario real crezca y un ejemplo claro de esta construcción es poner nuestras plantas a trabajar a full, haciendo horas extras y que el Gobierno a través alguna corrección del impuesto a las ganancias ayude a la distorsión que este impuesto provoca sobre los salarios", añadió.

Al momento de llegar a la Casa Rosada, la mayoría de los empresarios se habían excusado de emitir declaraciones y solo se había detenido a hablar con la prensa acreditada Daniel Funes de Rioja, presidente de la Copal y dirigente de la Unión Industrial Argentina (UIA).

El empresario de la industria alimenticia había anticipado que la reunión era "muy importante" con la idea de buscar una "estabilidad macroeconómica" que detenga la "espiral" inflacionaria.

"Sin el crecimiento del sector privado, ningún país se recupera y crece. Este país necesita no solo recuperarse, necesita crecer y generar empleo. Todo eso se da en un marco de estabilidad macroeconómica y nosotros no queremos la inflación", dijo.

La convocatoria contó con la asistencia de 34 empresarios que, entre otras compañías de primera línea, representaron a YPF, Ternium, Arcor, Acindar, Molinos Ríos de la Plata, Nestlé, Unilever, Ledesma, Danone y Toyota, a quienes se sumó el presidente de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (Copal), Daniel Funes de Rioja.

Además, asistieron directivos de Procter&Gamble, Granja Tres Arroyos, Jazmín Chebar, Bayer, Loma Negra, Vasa, Newsan, TN Platex, Aluar, Asu, Dow Quimica, Elea, Unipar Insupa,Transclor, Tetrapak, ABC, Arauco, Mondelez, Bridgestone, Camarco, Cervecería Quilmes y Gador.