Fueron los relatos contradictorios del sospechoso, como así también los de su madre y su hermana, los que instalaron la sospecha de que la joven pareja de ese sujeto (de 31 años, madre de mellizos de 1) había quedado grave por una hemorragia cerebral, pero no por un problema de salud como intentaron hacer creer su pareja y sus familiares, sino por un violento ataque. Los dichos que inclinaron la balanza fueron los de al menos un sobrino de la víctima, pues dijo haber visto cuando la mujer se desplomó por una fuerte patada de su tío, Jonathan Manuel Torres. Este joven de 23 años resultó ser un viejo conocido de los policías de Caucete pues, en 2016, complicó al exboxeador Amilcar Funes como autor del crimen del peluquero Sergio Montenegro durante una reunión entre los tres en la madrugada del 3 de junio, aunque luego del juicio Funes fue absuelto por el beneficio de la duda. Las contradictorias versiones de Torres fueron esa vez una de las pruebas que sembraron la incertidumbre.
La sospecha de los pesquisas que dirigen el fiscal coordinador, Roberto Ginsberg, la fiscal Daniela Pringles, y el ayudante fiscal Francisco Nicolía (UFI CAVIG), es que Torres y la madre de sus mellizos discutieron porque él llegó borracho, hasta que él le asestó una patada, dejándola muy grave.
Eso no insinuaban las versiones de Torres y sus parientes. Así, su madre habría dicho que sobre las 10 de la mañana, llegó a la casa su hijo en un remís (de otro yerno), que lo encontró durmiendo y a su nuera en una cama, diciéndole que sentía dolor de cabeza y ganas de vomitar.
La hija de la mujer, que también vive en la misma propiedad donde ocurrió el hecho (en Villa Dolores, Caucete), habría asegurado que ella separó a la pareja sobre las 6, cuando su hermano llegó ebrio y discutió con su cuñada, yéndose el joven a dormir en otra parte. También habría relatado que sobre las 8, su cuñada le pidió la tarjeta SUBE, que ella fue hasta el lavarropas y cuando volvió la vio tirada y a su hermano con uno de los mellizos en brazos. Entonces -según voceros- llamó a su mamá y, cuando llegó, ella se fue en un remís con su familia a su casa paterna en 25 de Mayo.
El propio imputado habría intentado instalar la versión de que su pareja ya venía enferma de hace días, con dolores de cabeza y otros malestares y que quedó así por un pico de presión.
Pero fue uno de los sobrinos del imputado (un niño de 8 años y una nena de 5), el que instaló otra teoría: "Yo vi cuando el tío le pegó una patada a la tía acá (habría señalado la zona del pecho), ella cayó y le empezó a salir sangre de los oídos", habría dicho.
Los médicos habrían establecido que la víctima pudo haber estado unas 4 horas sin recibir atención médica. Y eso parece encajar con la circunstancia de que la joven entró al hospital de Caucete sobre las 10, cuando la llevó su suegra. Esa mujer también la acompañó al hospital Rawson, donde ingresó a las 12,17.
Según Fiscalía, en el Rawson los médicos no pudieron contener la pérdida de sangre por los oídos y, al hacerle una tomografía, descubrieron que tenía una hemorragia cerebral. Estuvieron casi 11 horas operándola. Ayer, estaba internada en estado delicado, asistida con respiración mecánica y en coma inducido, dijeron fuentes judiciales.
Sobre el mediodía, Fiscalía consiguió la autorización de la jueza Verónica Chicón, para que los sobrinos del detenido declararan ante psicólogos en el Anivi. En las próximas horas, Torres será imputado de tentativa de homicidio agravado.