(Concierto de instrumento de vientos. Dirección Emmanuel Siffert)
El Todo está formado por la unión de sus partes y como explicó al inicio el Director, los conciertos de "grupos" aislados sin el resto permiten concentrar la afinación para mejorar el todo. Como "aperitivo" de la noche, antes de entrar a la sala, el venezolano Miguel Sánchez al frente de 11 estudiantes nos recibió con una pieza para trombones de Alexandre Arustinian y 4 arreglos ("Michelle", "A ticket to ride", "Yesterday" y "Obladdi") de Los Beatles. Charles Gounod (1818-1893) heredó de su madre, el gusto y la maestría del piano. Habiendo ganado el "Grand Prix de Rome" se compenetró en la música eclesiástica, especialmente del siglo XVI. Vuelto a París se dedicó al órgano, y estuvo muy cerca de ingresar en la vida religiosa. Compuso óperas, misas, y obras religiosas. En 1853 transformó un preludio de Bach en su "Ave María" y en 1869 escribió el "Inno e Marcia Pontificale" (Himno Pontificio). Su refinamiento y dulzura "meliflua" y claridad de orquestación lo hizo ser considerado como el mayor compositor francés de su época respetado por todos. El director francés Claude Paul Taffanel (1844-1908) es considerado fundador de la escuela francesa de flauta. Como pedagogo enseñó un estilo nuevo, más suave, que incluía un ligero y delicadamente cuidado "vibrato". Había redescubierto a Bach y al barroco. No es entonces casual que se encontraran con Gounod, dos franceses enamorados de lo "antiguo". Taffanel había creado una "Sociedad de Música de Cámara para instrumentos de viento" y para ellos, un Gounod ya maduro compuso en 1885 su "Petite Symphonie op 162" en cuatro movimientos: (I) Introducción lenta "Adagio" seguida por un "Allegro" en forma Sonata. (II) Un maravilloso "Andante cantabile" en el que clarinetes, cornos y fagotes inician una repetición ascendente de 5 notas para dar lugar al lucimiento de la flauta; casi como solista. No hay duda que buscaba el lucimiento de Taffanel, el viernes se lució Ada Hidalgo quien se autodefine como "un Ada sin hache y sin varita". En la última nota se la escucha a la flauta claramente un poco por encima de los otros. (III) Scherzo ágil y delicado; más tarde, llamados del corno inician esta especie de marchita; tras un segundo de silencio son nuevamente los cornos los que repiten 2 notas a las que se unen el resto aunque ésta vez la flauta se agrega al final. (IV) el Finale es un Allegro que desparrama luminosidad y energia. La conjunción Taffanel-Gounod no podía resultar más armoniosa. Pero si mencionamos a la "armonía", nadie puede merecerlo más que Mozart. Y específicamente la palabra "Harmonie" fue designando en la Europa central del siglo XVIII a una banda de vientos. En abril de 1781 el Emperador José II contrató a los mejores músicos del momento (Viena era el centro del mundo musical) y creó el "Konigliche-Kaiserliche-Harmonie", un octeto formado por dos oboes, dos clarinetes, dos trompas y dos fagotes. Mozart que estaba recién llegado a Viena y buscaba abrirse camino comenzó a escribir diferentes obras.
Buscaba apoyo entre los nobles y según una carta a su padre, el mismo José IIº habría dicho de él: "C’est un talent décidé" aunque nunca le ofreció un puesto en su corte. No es de extrañar que compusiera al estilo de la Harmonie de José IIº dos Serenatas para vientos, la KV 375 y ésta KV 388. Aunque el propósito de las Harmonie eran a veces ser "Taffelmusik" ("Música para la mesa") al aire libre, Mozart la hizo en tonalidad más "seria" de Do menor, como música de cámara, casi una sinfonía sin cuerdas. Allegro: El oboe se destaca siendo casi el instrumento conductor. El Andante es mucho más suave y esta vez lo inician los clarinetes en Mi bemol El Minuetto en canone es iniciada otra vez por el oboe y retoma la tonalidad de Do menor respondido un compás más tarde principalmente por los fagotes El Trío es un "canon" (o sea una sección en que la melodía de una voz es repetida por las otras comenzando cada una antes que la otra haya terminado) entre oboes y fagotes con la melodía tocada al revés. Allegro: La melodía inicial de oboes y fagotes sigue al irrumpir los clarinetes y una variación en los oboes con un segundo tema más "cantabile" muy delicadamente interpretada por Víctor Escobar; un cambio de ritmo y aparecen los cornos como diciendo: "Ojo que también nosotros existimos en la Harmonie"; siguen oboes y fagotes y estos últimos compases con unas notas del oboe solo nos muestran que para Mozart incluso la "música de mesa" es mucho más que eso!! 10 años más tarde (1791) compone "La Flauta mágica" KV 620 En el segundo acto, la "Reina de la noche" entona una de las arias más agudas compuestas para soprano: "Der Holle Rache" ("Una terrible venganza") ya que describe la rabia y deseo de venganza de este personaje que en la ópera "mágica" se asemejaría a una "Cruella de Ville" de Walt Disney. Es interesante cómo el cornista Jean-Francois Taillard, nacido en Chaux-de-Fonds (Suiza) y actualmente primer corno de la orquesta de Basel ha realizado varias transcripciones de obras sinfónicas u operísticas para vientos encargadas por varios conjuntos de primer nivel. Este viernes el trompetista Fernando Nasser la interpretó. No sólo es difícil "sopranear" esa aria en trompeta sino para todo el conjunto expresar el acompañamiento dramático y "rabioso" sin la intervención de chelos y contrabajos. Y si hubo "aperitivo", al final, los vientos volvieron a soplar el Finale-Allegretto de Gounod.
¡Que sigan soplando tan lindo!
