Curas villeros y de barrios populares de Argentina celebraron ayer una misa comunitaria para "desagraviar" al papa Francisco, blanco de críticas por parte del candidato presidencial ultraliberal Javier Milei.

La misa "en desagravio por los ultrajes al papa Francisco en la campaña política" argentina de cara a las generales del 22 de octubre se realizó en frente de la parroquia Virgen de los Milagros de Caacupé, ubicada en la villa 21-24, en el barrio de Barracas, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Desde que se lanzó a la presidencia, Milei ha proferido críticas e insultos al Papa.

En varias ocasiones se refirió a Francisco como "el maligno en la Tierra que ocupa el trono de la casa de Dios" y lo acusó de "impulsar el comunismo". También lo ha llamado "nefasto" e "imbécil".

Sin embargo tras las primarias del 13 de agosto moderó sus palabras y expresó que el Papa es "el jefe espiritual de la gran mayoría de los argentinos".

"Esta misa es para rechazar injurias y en apoyo al papa Francisco", dijo en la ceremonia el sacerdote José "Pepe" Di Paola. "Lo más importante es que la gente piense antes de votar. Los que estuvimos en el 2001 sabemos lo que es tener que vivir una crisis sin nada, justamente producto de la salida de la dolarización, que terminó en un caos terrible", planteó en su discurso el padre Pepe.

"Uno se termina preguntando si alguien con ese desorden emocional, que no puede encontrarse con quien piensa distinto sin gritar o insultar, puede soportar las tensiones propias del cargo público al que aspira", señalaron los sacerdotes en la declaración leída al finalizar la misa.