"Lo ganamos de manera merecida dentro de la cancha. Es raro festejar así, pero lo merecemos. Superamos a todos". Esas fueron las primeras palabras de Guillermo Barros Schelotto tras la coronación de Boca.
"Mirando el partido por televisión se me vinieron a la cabeza los campeonato que gané como jugador. Lo mismo a mi mujer, a mis hijos, a todos", completó el entrenador.
Además, envió un mensaje para el presidente de la Nación: "Ojalá que Macri lo festeje como todos los hinchas de Boca".
Entró en la historia grande Boca
Gillermo Barros Schelotto se sumó al selecto grupo que se consagró campeón en Boca como jugador y también como técnico. El Mellizo había logrado 16 títulos en su época de futbolista, siendo el segundo máximo ganador en la historia del club detrás de Sebastián Battaglia (tiene 17), y ahora sumó su primera estrella como entrenador.
El primero en festejar en las dos funciones fue Mario Fortunato durante el amateurismo, con tres coronas entre 1924 y 1926 cuando todavía usaba botines, y la obtención del Campeonato 1930 ya sentado en el banco. Después llegó el turno de Alfredo Garasini, con participación en el césped de nueve conquistas entre 1919 y 1923, y los campeonatos locales de 1943 y 1944 desde la dirección.
El tercero de la lista es Ernesto Lazzatti, quien dio seis vueltas olímpicas entre 1934 y 1944 como jugador y luego ganó en 1954 como entrenador. Más tarde fue José María Silvero el que se sumó a la nómina, presente en el terreno de juego para tres estrellas entre 1962 y 1965, y sentado en el banco para comandar el título obtenido en 1970.
El recordado Juan Carlos Lorenzo, con dos festejos como futbolista en 1945 y 1946, marcó el inicio de una época dorada como técnico en la que se quedó con cinco estrellas entre las que se destacan dos Copa Libertadores y una Intercontinental. El Toto es junto a Alfio Basile el segundo máximo ganador en la historia del club, después de los nueve logros de Carlos Bianchi.
Ya mucho más cercano en el tiempo, Silvio Marzolini obtuvo seis conquistas como jugador (entre 1962 y 1970) y también se consagró como entrenador en el Metropolitano 1981. En ese plantel estaba Jorge Benítez, protagonista en seis coronas entre 1976 y 1981, y luego campeón de la Copa Sudamericana 2004 como interino en reemplazo de Miguel Brindisi.
El último de la lista es Rodolfo Arruabarrena, con tres títulos como futbolista (Torneo Apertura 1998, Torneo Clausura 1999 y Copa Libertadores 2000). El Vasco regresó al club para ser el director técnico de un equipo que se quedó con el certamen de 2015 y la Copa Argentina de ese mismo año.