
Este año es muy importante para el estudio de la ciencia de la astronomía en nuestro país, ya que ayer domingo, 24 de octubre, se cumplieron nada menos que 150 años de la creación del primer observatorio astronómico en Argentina, que llevaría por nombre el de Observatorio Nacional Argentino. Hoy en día se lo conoce como Observatorio Astronómico de Córdoba, ya que fue construido en esa provincia. También por este acontecimiento en esta fecha se celebra el Día de la Astronomía Argentina.
En 1865, en calidad de ministro del gobierno de Bartolomé Mitre, Sarmiento viaja a los Estados Unidos y allí conoce al astrónomo Benjamin Gould. Éste le manifiesta su interés en realizar una expedición a nuestro país para explorar el cielo austral. Es un encuentro afortunado, pues durante el gobierno de Mitre, pese a tener que afrontar numerosos conflictos internos y hasta la guerra con el Paraguay, se da un fuerte impulso a la organización institucional del Estado, a la justicia y a la educación. Sarmiento, al suceder a Mitre en la presidencia, continuará con esa política de gobierno. Ya para esos años, varios observatorios del hemisferio Norte habían realizado un exhaustivo relevamiento de la distribución de estrellas visibles desde aquellas latitudes, pero una cobertura completa de cielo -imprescindible para estudios estadísticos y de clasificaciones- necesitaba observatorios en el Sur. Gould era consciente de la gran tarea que estaba pendiente y no dudó en prepararse para llevarla a cabo, aunque para ello tuviese que emigrar de su país de origen.
Desarrollo científico
Fiel a sus ideas en favor del desarrollo científico, una de las primeras medidas que toma Sarmiento, después de asumir la presidencia en 1868, es recomendar la creación de un observatorio nacional votado por el Congreso en su primera sesión. Luego de esta recomendación, se encarga al ministro de la instrucción pública, Nicolás Avellaneda, que haga la invitación a Gould para organizarlo.
Llegados a Córdoba en septiembre de 1870, Gould y sus cuatro jóvenes asistentes se dedican de inmediato a las primeras observaciones como refiere el astrónomo Enrique Chaudet, ayudados ocasionalmente sólo por anteojos de teatro para las estrellas en el límite de visibilidad y a la instalación de algunos instrumentos, además de tener que prestarle atención a la construcción del edificio mismo del observatorio. Fue un trabajo minucioso: un año más tarde, unas ocho mil estrellas del futuro catálogo Uranometría argentina habían sido avistadas al menos una vez.
Muchos de nosotros aprendimos que, en gran parte gracias a Sarmiento, para 1872 ya funcionaban en todo el país más de 1.600 escuelas primarias. Pero conviene no olvidar que también funcionaba un observatorio astronómico pionero, cuyos trabajos instruirían a varias generaciones de estudiosos del universo de todo el planeta. Aquel 24 de octubre de 1871, Gould compartía el palco junto a Sarmiento, pero les hablaba a los habitantes de este país que tan gentilmente lo habían recibido y cuyo gobierno siempre lo había apoyado, al decir: "Cuando levantéis, señores, vuestros ojos esta noche, después de ponerse la luna, hacia el cielo estrellado, y esforzando vuestra atención se os presenten las más pequeñas estrellas, una en pos de otra, no hallaréis ni una sola cuya posición y magnitud que no esté ya registrada por alguno, sino por más de uno, de los astrónomos de vuestro Observatorio".

Lugar para el observatorio
La elección de Córdoba como sede del futuro observatorio fue propuesta por Gould a Sarmiento, basándose en "su posición geográfica, la pureza de su atmósfera, la excelencia y salubridad de su clima, y el conveniente acceso para los materiales requeridos para un Observatorio; así como también por estar libre de los temblores de tierra, que tan frecuentes son en la parte occidental de aquel continente. Reúne condiciones favorables para un Observatorio Astronómico, superiores a cualquier otro punto que pudiera ser convenientemente elegido". Además, a ambos les interesaba Córdoba por ser sede de la única universidad nacional, en la creencia que ello le permitiría obtener personal idóneo de apoyo para su emprendimiento. Este observatorio es un hito más para la gran obra que hizo Domingo Faustino Sarmiento para el crecimiento del país.
Polo cultural
En particular, para Sarmiento, con la creación de un observatorio astronómico y la futura Academia de Ciencias, esperaba que Córdoba con su universidad, se constituyera en un polo cultural, proyecto al que no era ajena tampoco la planeada Exposición Nacional. Asimismo, la línea férrea que unía Córdoba a Rosario permitía acceso al puerto ultramarino facilitando el traslado de los instrumentos y elementos que serían necesarios y ese mismo año también se concluyó la conexión telegráfica. El primer director argentino fue el ingeniero Eleodoro Sarmiento, quien ocupó el cargo interino, convirtiéndose en el primer director argentino, hasta que el Gobierno nacional designa en 1909 al doctor Charles Perrine (también norteamericano, 1867-1951).
Por: Martín Andrés Carelli
Profesor de Historia, docente de la FF.HA – UNSJ, miembro de la Junta de Estudios Históricos de San Juan, montañista
