La Cultura no es un bien de cambio, no se lleva ni se trae. A ella hay que recogerla, administrarla y difundirla, buscando las herramientas adecuadas y trabajando con visión estratégica y de futuro. No es ornamento inoficioso de La sociedad, se define como el cuarto pilar para el desarrollo urbano con obras de carácter permanente. Palabras que avalan el sentido cultural de semejante recuperación y con una historia puramente sanjuanina digna de atesorar.
Bajo La presidencia del Mgtr. Arq. Jorge Cocinero Raed en Accodepas (Asociación Civil para La Conservación y Defensa del Patrimonio Sanjuanino) es quien nos invita a realizar un recorrido por el Chalet de los Aubone.
Para poner en contexto
El Chalet de María Luisa, o La casa de La familia Aubone, es un testigo vivo de la época de esplendor que atravesó La provincia en La década de 1920. Como desde su construcción no sufrió ampliaciones ni modificaciones, su valor histórico es fundamental, más aún teniendo en cuenta que son pocos los edificios que se mantienen en pie después del terremoto de 1944. Esto La convierte en un fiel testimonio viviente.
Este tipo de casonas fueron expresión de esa época floreciente de la economía provincial. Estaban ubicadas en La periferia de La ciudad y constituían una unidad productiva que conjugaba La vivienda con los viñedos y La bodega familiar.
La construcción también es valiosa por su escala, forma, materiales y ornamentación. Por último, desde su cimentación, el Chalet tiene valor científico, porque es una muestra de los avances de los sistemas constructivos sismorresistentes que para La época no eran convencionales.
Un Chalet con leyenda propia
"Encontrarse con parte de la vida de aquellos años es volver a revivirlo y adentrarse en La historia de quienes forjaron esta provincia, es otro lujo también", comienza Jorge Cocinero.
Hablamos del Chalet Aubone, más conocido como el Chalet María Luisa que se encuentra en Trinidad, precisamente en calle General Acha y San Francisco del Monte. Don Saúl Aubone Roldán hace construir el Chalet para María Luisa Luraschi Graffigna, como muestra de su amor, dejando en el portal de ingreso grabado su nombre. Para 1920, el Chalet se encontraba ubicado en las afueras de La ciudad, mostrando un imponente poderío económico, propio de una época de apogeo de La actividad productiva de La provincia.
Fue declarado "Patrimonio Histórico" por el Gobierno de San Juan, hoy se encuentra integrado a La ciudad, totalmente remodelado, puesto en valor y adaptado a las necesidades de una empresa.
El Chalet es de estilo ecléctico donde predomina su impresionante torre con sus vitrales en el acceso principal, haciendo que las pilastras, las cornisas, la balaustrada y las columnas de capitel jónico, le den una impronta única para la época y la actualidad.
Un recorrido imperdible
Su presencia es cautivante desde el momento que uno se va acercando a la escalinata del hall de acceso, donde la impactante altura de La puerta doble, obliga a detenerse para observar sus detalles. El enmarque acanalado, con sus guirnaldas superiores de adornos, dejan traslucir su sello con estilo jerárquico, donde los manijones en bronce y las rejas forjadas complementan aún más su majestuoso realce.
Atravesando el portal, el zaguán lleva a un espacio central donde nuestra mirada se apodera del lugar para convertirse en protagonista. Su elevación y el aventanamiento cenital, logran que los rayos solares empiecen a darle al sitio color y calidez. Hoy utilizado como sala de espera, se sigue conservando plenamente el atributo del espacio. Desde ahí se puede ir a las distintas habitaciones, donde hoy funcionan las oficinas de La empresa familiar de Pedro Ponte.
El gran gusto otorgado por la Arq. Josefina Martín, quien fuera elegida por la familia Ponte, para realizar el trabajo de recuperación y puesta en funcionamiento, se conjuga con los detalles eclécticos, otorgando un lenguaje acertado que permite La convivencia de los estilos (el ecléctico y moderno), logrando comunicarse entre ellos.
Un lugar donde se une La sencillez y lo exquisito del lugar. El gris de las paredes nos permite rápidamente fusionar lo antiguo con lo moderno. Las cortinas que sobrepasan el alto del piso hacen recrear un momento de La historia. La calidez que produce la luz tenue saliendo de los cielorrasos, crea una sensación visual increíble, como si los techos flotaran.
Los distinguidos cuadros del artista plástico sanjuanino Mario Pérez, le dan el carácter trascendental al espacio, combinando perfectamente, en estado de equilibrio justo, la decoración y precisos muebles de estilo minimalista.
Todos los espacios, hasta los de servicio, tienen ese carácter que identifica el lugar, nunca descuidado por su creadora, La arq. Josefina Martín.
Los vecinos se sorprenden con los colores de La decoración lumínica producida al Chalet en cada evento o efemérides del calendario. También se ven identificados con el lugar y rescatan La valorización que La propiedad le brinda a su entorno.
‘Un icono de nuestra historia se ve elevado desde lo patrimonial y cultural. Ojalá tengamos muchos Pedro Ponte en San Juan que hagan renacer nuestros valores históricos. Una arquitectura convertida en emblema, empieza a vivir una nueva etapa, después de 100 años de vida‘, cuenta el Mg. y arq. Jorge Cocinero.
Los protagonistas
Mirando con esplendor los alrededores del espacio central, donde nada queda al azar, Pedro, su dueño, acompañado por la arquitecta Josefina, se disponen a contestar en un estar más íntimo de La gran casona.
Con una imagen que transmite tranquilidad y una mirada serena, Pedro cuenta detalles del Chalet y la conexión que produce sentimentalmente cada uno de sus espacios.
¿Qué te motivó comprar y hacer una inversión en ese lugar?
Pedro: El Chalet es un ícono de la historia de San Juan y el lugar se conjuga perfectamente con La adaptabilidad, necesidades y requerimientos que la empresa requiere. Si a esto le damos el valor agregado entre la modernidad y el sitio, alcanzamos lo que nosotros requerimos como empresa; más oficinas y más centralizado el grupo empresario. Por eso le pedimos a Josefina que atesorara el respeto por el patrimonio y su historia.
¿Qué es el respeto al Patrimonio?
Josefina: Lo primero que me solicitó Pedro fue que respetemos la característica de su condición patrimonial, y con absoluta seguridad no hubiera hecho otra cosa. Se rescataron todos los materiales de 100 años que están impecables como La madera de los pisos, carpinterías, etc. y sacrificando otros como descender los techos con cielorrasos, logrando esconder los requerimientos tecnológicos de La empresa y el equipamiento necesario para el confort del Chalet.
Encontramos planos de la época que los rescatamos llevándolos a cuadros y libros que forman parte de la vida propia del lugar.
¿Cómo se desarrolló el proceso de restauración de cada una de las piezas particulares del Chalet?
Josefina: Lamentablemente se fue perdiendo la mano de obra tan específica del artesano que realizaba las molduras y los detalles característicos de La época. Pero pudimos contactarnos con una persona que conocía el oficio, y además trabajó con su papa y su abuelo, lo que nos permitió reproducir las molduras en forma idéntica. El material es una arena específica que fuimos a buscar a San Luis, para lograr la misma textura que La original.
Todo lo que se hizo fue realizado con mucho amor, cariño y pasión para darle vida nuevamente. Nos pasábamos tardes enteras trabajando, disponiendo, decidiendo, ordenando cada cosa que iría en cada lugar. Nada quedó al azar. Recuerdo que Pedro se ponía a encerar y sacarle brillo a los pisos de madera. Sentir el olor a madera era reconfortante, tanto como el placer del trabajo terminado.
¿Cuándo entras al lugar que sensaciones te produce?
Pedro: Desde que ingresan, tanto los que trabajan como los que vienen por algún trámite, lo primero que dicen es: ¡qué lindo lugar, es cómodo, funcional! Más que un esfuerzo, venir a trabajar es un placer. Estar afuera en el parque tomando un café o abrir una ventana y pensar cómo habrá sido vivir allí, en ese momento. Yo tuve La suerte de conocer el lugar desde niño por un amigo, Agustín Gómez, ya que sus abuelos vivían en el Chalet. Aquí jugué, pasé momentos hermosos que conservo como recuerdos de mi infancia.
¿Pensaste en el futuro que, además de ser una empresa, sea un lugar social, turístico, gastronómico, etc.?
Pedro: La vez pasada hablamos algo con gente del Ministerio de Turismo para realizar visitas guiadas, pero no está todavía nada resuelto, no podemos olvidar que esto son oficinas con horarios muy distintos al turista. A todos nos intriga, como a mí me intrigaba en su momento, pero si bien no es sencillo, sé que en algún momento hay que abrirla a La sociedad. También sé que no es simplemente una propiedad, es una parte de La historia arquitectónica de San Juan.
La autora de La obra
Josefina Martín lleva 24 años ejerciendo La profesión de arquitecta, con gran trayectoria en San Juan, especialista en Arquitectura del Adobe, dirección de obras, Diseño y Ambientación en general. Es una apasionada en este tipo de obras ya que se preparó en Italia realizando un Seminario Internacional de Restauro. Ella cuenta su experiencia en La obra de recuperación: "El Chalet estaba bien mantenido pero con instalaciones muy antiguas, las cuales tuvieron que ser cambiadas a nuevas".
El trabajo de restauración de las molduras dañadas y en algunas partes faltantes, fue un gran desafío, llevó un trabajo artesanal para continuar guardando La línea existente. Hay muchos detalles dentro del Chalet para exaltar, los vitrales, molduras, carpintería en pinotea, las alzadas y La disposición de los ambientes típicos de esa época.
La ambientación lleva un hilo conductor en todos sus espacios, hoy algunas oficinas otras salas de reunión, empleando un estilo minimalista que convive perfectamente con el tradicional, donde La luz natural entra por los grandes ventanales y hace el espacio más cálido.
Fue muy significativo desde lo profesional llevar esta obra adelante desde el primer día que me convocaron y también por La historia y los años de esta casa. Profunda emoción, un placer el equipo de gente que trabajó y un agradecimiento enorme a sus dueños.
Fuente:
Mgtr. Arq. Jorge Cocinero Raed – Profesor Universitario UNSJ. Presidente Accodepas, (Asociación Civil para La Conservación y Defensa del Patrimonio Sanjuanino).
Agradecimientos:
Sr. Pedro Ponte – Arq. Josefina Martín
Fotos: Pepe España y Arq. Josefina Martín