La Policía irrumpió en dos recuperadoras ubicadas en Santa Lucía y Rawson, donde hallaron un total de 190 kilogramos de cobre de dudosa procedencia, por lo que detuvieron a los dueños.
Según fuentes policiales, uno de los allanamientos fue en la recuperadora "El Gringo", situada en Santa Lucía, donde secuestraron 175 kilogramos de cable de cobre, cuya procedencia y trazabilidad no logró ser acreditada por el responsable del lugar, de apellido Navarro. Atento a lo ordenado por el Primer Juzgado de Faltas, ese hombre fue apresado por infracción a la Ley 941-R y a la Ley 2437-J, que regula la tenencia, comercialización y transporte de metales no ferrosos.
El otro procedimiento fue en una recuperadora ubicada en el interior del Barrio Los Médanos, en Rawson, debido a que ese lugar semanas antes había sido clausurado y supuestamente igual seguía funcionando. Los pesquisas descubrieron que era cierto, constatando que su propietario, de apellido Riveros, estaba ejerciendo la actividad laboral en forma clandestina.
Además, durante la inspección se logró detectar la cantidad de 15 kilogramos de cableado de cobre, del cual tampoco los responsables del lugar lograron acreditar su procedencia y trazabilidad. Riveros fue detenido y se procedió nuevamente a la clausura del lugar.