Un grupo de motociclistas que volvían de Monga por una zona desolada del distrito El Bosque, en Angaco, pusieron fin sobre las 10 de ayer al misterio sobre el destino de Manuel Luis “Manolo” Díaz (71): lo hallaron muerto a unos 15 metros del camino Pinchagual, unos 3,5 km al Norte del cruce con 21 de febrero. El cadáver estaba bajo un arbusto, en avanzado estado de descomposición y había sufrido el ataque de alimañas. Su bermuda y sus zapatillas estaban a un costado, pero la moto hasta anoche no podía ser localizada, dijeron fuentes policiales.
“Manolo” había salido de su casa en el barrio Lebensohn, Chimbas, el domingo 26 de noviembre pasado a bordo de su moto Maverick 150cc tipo americana. Ese día le dijo a su esposa que iba a una cancha cercana a ver fútbol y luego al paraje San Ceferino, en San Martín, pero nunca más volvió.
Tras el hallazgo del cuerpo, las llaves de la moto y su billetera con los documentos que confirmaron que era Díaz, los policías empezaron a dar crédito a la teoría de que pudo extraviarse o haber sufrido algún problema en su moto que lo llevó a abandonarla y avanzar a pie. Pero el vehículo ayer no había podido ser localizado en la misma zona, que fue rastrillada incluso con un helicóptero provincial.
“Hay que esperar el resultado de la autopsia en el cuerpo. No podemos aventurarnos a decir si murió o no por causas violentas”, dijo un jefe policial.
“Dicen que tenía su billetera y sus documentos, y que se pudo haber perdido pero si no está la moto algo pasó. Si le hubiera pasado algo a la moto tendrían que haberla hallado cerca porque mi papá había sufrido un accidente muy grande hace 13 años y tenía una prótesis en una pierna, no podía caminar mucho”, dijo Antonia, uno de los 9 hijos de “Manolo”.
El resultado de la autopsia es clave para orientar la investigación.