Una mujer de 31 años quedó acusada por la tortura y el asesinato de su hijo de 3 años, cuyo cuerpo fue hallado dentro de un freezer en su casa.

El caso se descubrió a partir de un llamado anónimo a la oficina de Protección a Menores en Detroit (Estados Unidos), que derivó en el accionar policial.

Tres policías se presentaron en la vivienda de Azuradee France y notaron que "algo andaba mal", según explicó en conferencia de prensa James White, Jefe de la Policía de esa ciudad de Michigan.

"Cuando comenzaron a hablar con la ocupante del domicilio se precataron de que había algo que no estaba bien al conversar con ella y por la manera en la que ella se comunicaba con ellos", detalló White, quien añadió: "La mujer ahuyentó a los oficiales como si no pasara nada".

Sin embargo, basándose en su "experiencia e intuición", los agentes lograron ingresar en la casa, donde encontraron a cinco menores de edad: una niña de 3 meses; un niño de 2 años; un niño de 5 años; un niño de 7 años y una niña de 9 años.

Y, al revisar el sítano, hallaron en un congelador el cuerpo ensangrentado de Chase Allen. "El niño estaba en estado de descomposición", señaló White.

"Este caso me ha impactado, ha impactado a nuestros investigadores", sostuvo el jefe policial, para luego agregar: "Imaginen lo que los otros niños habrán pasado y habrán vivido dentro de esa vivienda".

France fue detenida y el fiscal del condado de Wayne, Kym Worthy, la acusó de asesinato, abuso infantil en primer grado, tortura y ocultación de una muerte.

En tanto, los otros cinco chicos fueron trasladados a un hospital para ser evaluados y puestos bajo custodia de Servicios Infantiles.

Los antecedentes de la mujer

Si bien la madre de Chase dijo ser inocente, desde su familia no le creen y afirmaron que ya protagonizó otros hechos de maltrato infantil

"Lo hizo, no merecía pasar por lo que pasó", manifestó a un medio local Tyshanna France, tía del chico asesinado.

Según la mujer, cuando el chico tenía dos meses de edad, su mamá perdió temporalmente la custodia de todos sus hijos por maltrato.

"Ella nunca debería haber recuperado a sus hijos después de eso", consideró Azvante Sauls, hermana de Tyshanna.

Además, contó que la última vez que vio a Chase tenía la cabeza más grande que su pequeño cuerpo. También relató que hace un año el pequeño estaba ciego y sufrió una quemadura que su madre atribuyó a que el niño tocó una taza de fideos calientes.

"No, esa no es mi hija, traje un monstruo a este mundo y ni siquiera lo sabía", declaró la madre consternada de Azuradee France, Toni Haynes.