A la falta de botellas que afecta en particular al sector bodeguero, se suma ahora el problema de la escasez de envases de cartón y papel, que se puede llegar a agravar con las últimas medidas del Gobierno nacional de limitar el acceso a los dólares a los importadores. Entre los sectores afectados, según las consultas a fuentes del ámbito empresario, se encuentran, por ejemplo, la construcción, la industria farmacéutica, alimentos, como las galletas y las pasas, y también las caleras. Como consecuencia de la situación, por ejemplo en el sector bodeguero y la construcción, de una demora habitual en la entrega de los envases de 25 días ahora pasó a los 60 días, y se puede agravar.
El origen del problema radica, por un lado, en que el año pasado, por la pandemia, se redujo el reciclaje y si bien este año la actividad comenzó a recuperarse, se han agotado los stocks. Por otro lado, para fabricar los envases de cartón, que están elaborados con materiales que han sido reciclados, hay problemas para importarlos, por las limitaciones impuestas para evitar la fuga de dólares. Como si fuera poco, ahora se sumó la decisión de limitar el acceso a los dólares a los importadores, con lo cual incluso los economistas analizan que se le saca potencialidad a la recuperación de la economía porque se frena el acceso a la moneda norteamericana que se usa para comprar bienes importados, que son el insumo de la producción en la Argentina.
Ricardo Palacios, que además de ser el nuevo presidente de la Unión Industrial de San Juan es propietario de una empresa vinculada a la producción de insumos con papel, dijo que "hay un atraso en la provisión de papel recuperado, que se utiliza para la fabricación de envases de cartón, y eso está causando problemas en la provisión de los envases".
Por ejemplo en San Juan está la fábrica de galletitas de Albardón y también hay industrias farmacéuticas que utilizan envases de cartón para el resguardo de los medicamentos.
También a las bodegas (ver aparte), a la preocupante falta de botellas se ha sumado ahora la escasez de cajas de cartón, que son parte del embalaje del producto. Mauricio Colomé, desde Bodegas Casa Montes, dijo que tienen demoras en las entregas. Lo habitual eran 25 días desde que efectuaban el pedido, pero pasó a los 60 días y con las nuevas medidas no se sabe qué va a suceder.
Desde la Federación Económica, Dino Minnozzi explicó que en el sector empresario se ha comentado el problema de la falta de los envases y lo atribuyó a que "hay insumos importados que no están entrando", como el papel recuperado. Y que se debe a las restricciones a las importaciones.
También desde la Unión Industrial, Gustavo Fernández habló de los problemas que tiene el sector de los embalajes para la falta de insumos y los problemas de importación. En el caso de su empresa, que se dedica a la venta de insumos para la construcción, como pegamentos para cerámicos, tienen problemas para conseguir bolsas, con demoras importantes, de hasta 60 días.
Lo mismo le pasa a la construcción, por ejemplo con las bolsas de cemento y las caleras, que además de vender a granel, despachan el producto envasado.
Según datos del sector, en Argentina se producen anualmente 1.762.000 toneladas de productos de papel. Para su fabricación se utiliza como materia prima un 45% de celulosa y un 55% de papel que se recicla. Y buena parte de ese papel es importado y que tiene dificultades para ingresar al país.
- El faltante de botellas
La industria del vino está pasando uno de sus momentos más difíciles, y los bodegueros y enólogos se están poniendo nerviosos porque llegó octubre, un mes clave para cerrar y enviar sus vinos al mundo, y no tienen botellas para envasarlos. Un sondeo preliminar de este diario entre bodegas locales medianas y pequeñas (sin contar las grandes) reveló que la falta de vidrio ya les ha hecho perder contratos por al menos $200 millones, y la cifra va a engordar a medida que se acerque fin de año.
El problema grave es que no se vislumbra una solución, dado que las dos fábricas de envases del país -Cattorini y Verallia- tienen un cuello de botella, y en las bodegas ya hablan de que el perjuicio no sólo será para las empresas, sino que se va a transformar en un fenómeno social, porque al no producir habrá pérdidas de puestos laborales. Aseguran que ya hay bodegas adelantando vacaciones porque no tienen trabajo de fraccionamiento. La esperanza estaba puesta en un horno nuevo que ha puesto en marcha Cattorini, el principal fabricante que tiene sede en San Juan y Mendoza, pero desde la firma confirmaron a DIARIO DE CUYO que recién estará a plena producción en noviembre; es decir, será tarde para las industrias que tenían planes de exportación.