Las pymes industriales que operan con insumos o productos terminados importados están teniendo diversas dificultades y demoras de hasta 20 días para recibir sus compras, desde que la Nación implementó las nuevas medidas de endurecimiento y control del dólar, ante la escasez de esa divisa en el país. Para esto, en la Unión Industrial de San Juan (UISJ) han formado grupos de trabajo para buscarles soluciones, en conjunto con la Unión Industrial Argentina y el Gobierno nacional, para evitar que se corte la cadena de suministros, según informaron sus autoridades. Las empresas que tienen licencia automáticas de importación -que son las que compran insumos o materias primas- ahora tardan 4 días para pagar e importar en vez de lograrlo en 24 horas como antes. Pero el mayor problema es que hay muchas otras fábricas que a partir del nuevo cepo, han pasado a tener licencias no automáticas (las que importan productos terminados) y como tales, requieren el trámite de algún otro organismo que certifique, con lo cual estiman que tardarán hasta 20 días para ingresar piezas para la producción, informó Gustavo Fernández, integrante de la UISJ y miembro del consejo de la UIA.
"Además, otras firmas que no importan por sí mismas, sino que compran a distribuidores que importan, están recibiendo entregas menores, falta stock, el pago es contado anticipado y en el precio les están aplicando un sobrecosto a modo de seguro por riesgo cambiario", explicó el empresario. El problema no es generalizado, pero afecta a sectores textiles, plásticos, autopartes y químicos, entre otros.
Hugo Goransky, presidente de la entidad fabril local, informó que se han creado por esto distintas comisiones en donde participan sus socios en distintas áreas, tales como logística, energía, impuestos, legales y género. "Trabajan en conjunto con integrantes de la UIA en esas áreas, y articulan con ellos para gestionar soluciones a esas problemáticas. Ya hemos ayudado a destrabar a través de ellos y por la comunicación que se estableció con el Ministerio de Producción de la Nación, autorizaciones para industrias sanjuaninas que tienen demoras porque sus importaciones están catalogadas como no automáticas", dijo Goransky. A raíz de la caída de reservas, la Nación implementó como eje de la política comercial el control sobre las importaciones, y por eso hay restricción de divisas para pagar y demora en el ingreso de insumos y piezas para la producción. "Los insumos no fluyen con la misma soltura en San Juan que en otros momentos", indicó Fernández. Añadió que las firmas que compran de manera indirecta a un importador están en falta de stock, con demoras en las entregas. Además los proveedores piden pagos por anticipado porque no tienen certeza del valor del dólar. Una práctica que se está generalizando es cobrar los precios en un "dólar celeste" (la mitad entre el blue y el dólar oficial), o un sobrecosto por riesgo cambiario. "Quizá cobran 10 dólares al tipo de cambio oficial por un insumo, cuando en realidad el precio real es de 7 u 8 dólares", explicó el directivo y agregó que las áreas de compras que deben abastecer insumos importados se han visto obligados a dedicar más tiempo para solucionar las trabas.
Medidas restrictivas
El 15 de septiembre el Banco Central dispuso medidas para frenar la sangría de reservas: dispuso un costo extra del 35% a cuenta de Ganancias a la compra de U$S 200 mensuales y que las empresas accedan sólo al 40% de las necesidades de dólares para hacer frente a las deudas financieras, entre otros.
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Mercancías frenadas en el puerto
La última encuesta que publicó la Cámara Argentina de Comercio (CAC), dio como resultado que las autorizaciones y permisos son las principales dificultades que afrontan hoy los importadores, principalmente, debido a los retrasos en las autorizaciones de las Licencias No Automáticas. En forma coincidente, el presidente de la Cámara de Importadores de la República Argentina (CIRA), Rubén García, dijo hace unos días que hay más de 1000 licencias sin destrabar, que son necesarias para retirar la mercadería del puerto. "Se trata de un número que está acotado a los socios de la institución, pero hay licencias que pueden tener 3, 4 o más contenedores parados", afirmó el directivo en declaraciones publicadas por el diario La Nación. El sector lleva 23 meses consecutivos de caída de las importaciones, frenadas por la merma de la actividad, y ahora se suma una clara estrategia para aumentar las exportaciones e incentivar el compre nacional. Incluso hace una par de semana el Gobierno nacional informó del armado de gabinetes temáticos, entre ellos, el de comercio exterior, con el objetivo de "potenciar la producción nacional, la búsqueda de mercados y la planificación de la (sustitución) de la importación de bienes y servicios que puedan producirse localmente". En los primeros 6 meses del año, Argentina importó un 26,1% menos en bienes de capital que igual lapso de 2019. Los ingresos de máquinas, aparatos y material eléctrico cayeron 27,4%.