No hay quien se resista a un helado, sobre todo cuando la temperatura comienza a ascender. Además de ser un poste que genera sensación de frescura, otorga otros beneficios, ya que aporta calcio (al ser elaborado con base láctea), es rico en proteínas y además mejora el ánimo, aumentando los niveles de serotonina y endorfinas, reduciendo el estrés.

Repasaremos algunas recetas súper simples y con pocos ingredientes para hacer una crema helada en casa que nada tendrá que envidiarle a la de las grandes heladerías.

Helado de banana

Ingredientes:

Banana cantidad necesaria
Jugo de limón

Preparación:

Pelar y cortar las bananas en rebanadas y rociarlas con un poco de jugo de limón. Esto evitará que se pongan negras.

Colocar en una fuente las rebanadas, separando las capas con papel film para que no se peguen y llevar al congelador por al menos 3 horas.

Pasado el tiempo, sacar del congelador y dejar a temperatura ambiente durante unos 5 minutos, luego pasar las rodajas de banana a una licuadora (debe ser muy potente ya que estará congelada la banana) y licuar, raspando los bordes para que se integre bien, hasta conseguir una crema homogénea.

Esta crema helada debe ser preparada minutos antes de consumirla y no se puede volver a congelar. Sin duda un postre rápido que te sacará del apuro y será una delicia en el paladar.

Secretito: A la crema helada de banana se le pueden agregar chipas de chocolate, galletas Oreo trituradas, cereales, salsas, chispas de colores, granola, en fin, lo que se te ocurra, ya que va bien con todo.

Helado de yogurt

Ingredientes:

500 gramos de yogurt natural tipo griego, sin azúcar
300 gramos de leche condensada

Preparación:  

En un bol colocar ambos ingredientes y mezclar muy bien hasta que queden los ingredientes bien integrados, formando una crema.

Volcar la mezcla en un recipiente de metal y llevar a congelador por aproximadamente 6 horas. También se puede hacer de un día para el otro.

Secretito: Esta crema helada se puede combinar con tantos otros ingredientes que la lista sería eterna. Por ejemplo, al momento de la mezcla se le pueden agregar tozos de galleta de vainilla o chocolate triturado o tus frutas preferidas picadas. Además, se puede servir con salsas para helado, granola, pasas de uva, algún licor o un chorrito de crema irlandesa.

Helado de dulce de leche

Ingredientes:

500 gramos de dulce de leche (no debe ser repostero)
250 gramos de crema de leche
250 gramos de leche

Preparación:  

En un bol amplio mezclar el dulce de leche con la crema de leche, hasta que ambos ingredientes queden bien unidos. Agregar de a poco la leche e integrar bien.

Pasar toda la preparación a un recipiente de metal y llevar a congelador o freezer por 2 a 3 horas. Una vez que veas que tomó consistencia, desintégralo y bate bien de nuevo para llevar nuevamente a congelar.

Este paso se puede hacer varias veces, ya que el objetivo del mismo es que quede bien cremoso.

Secretito: El dulce de leche va con todo, y a la hora de servirlo, se puede acompañar con chocolate picado, nuez, almendras, salsas, pistacho, trozos de galletas y para los más golosos, un poco de dulce de leche repostero.

Helado de café

Ingredientes:

600ml de crema de leche
200ml de leche condensada
3 cucharadas de café instantáneo (puede ser descafeinado)
2 cucharadas de agua

Preparación:

Disolver bien el café con un poco de agua en un recipiente pequeño o una taza. Aparte, en un bol grande colocar la leche condensada y agregar de a poco, mezclando, el café disuelto.

Añadir la crema de leche y con ayuda de una batidora, mezclar bien hasta que quede bien cremoso.

Pasar la mezcla a un recipiente, preferiblemente de acero inoxidable para que conserve el frío, y llevar a congelador por un mínimo de tres horas (eso dependerá de cada heladera), removiendo la crema cada hora para que se congele de manera pareja. Sacar minutos antes de servir.

Secretito: Si apetece, antes de pasarlo al recipiente de acero inoxidable, se le puede agregar chocolate triturado. Además, se puede servir con crema chantilly o con un chorrito de licor.