Equium
Echium fastuosum, su nombre científico. Su nombre común o vulgar: Equium, Echium, Taginaste, Plumero azul, Flor mora, Orgullo de Madeira. Es de la familia: Boraginaceae. Su origen es de Portugal (isla de Madeira), este arbusto se encuentra en las laderas rocosas, acantilados y estepas de Europa, Islas Canarias, zona mediterránea, África y Asia oeste. Es una planta herbácea, bianual o perenne, que crece con rapidez entre 1 y 2 m de altura llegando a formar un arbusto multiramificado.
En el extremo de sus ramas se arraciman sus hojas velludas color verde grisáceo con forma de espada, las que llegan a medir hasta 18 cm de largo.

Sus impactantes flores azules se presentan en densas inflorescencias cilíndricas de 25 cm de largo o más, muy vistosas, alcanzando su plenitud desde principios a mediados de primavera. Todas las partes de la planta son tóxicas si se ingieren.
Es conveniente ubicarla en grupos para lograr el mejor efecto ornamental, provocan gran impacto. Se pueden ubicar en balcones y terrazas.
Muy atractivo cuando está en flor, también por la forma y coloración de su follaje.
Es una de las plantas que tolera las condiciones ambientales de San Juan. En invierno debe protegerse de las heladas fuertes. Nunca por debajo de los -5ºC de temperatura.

Crece bien en suelos secos, pobres y con buen drenaje. Esta planta, una vez establecida, requiere un riego mínimo pues, si se riega mucho, se pudren sus raíces. Debe ser podada a menudo. Después de florecer, quite los restos secos de sus cabezas florales y pode la planta ligeramente.
No es de vida larga y se debe tener prevista su reposición periódica. Se reproduce fácilmente por semillas. Las semillas deben cosecharse cuando las cabezas florales no se han secado totalmente, para no perderlas.
Corona de Novia
Y, no me refiero a la típica y, dicho sea de paso, preciosa corona que llevan a veces las mujeres que están a punto de casarse, sino a un hermoso arbusto cuya especie es Spiraea cantoniensis y a la que se conoce por el nombre de Corona de Novia o Spiraea del Japón.
Alcanza una altura de 1 a 2 m., por lo que queda genial como cerco de mediana altura o incluso como ejemplar aislado, ya que cuando florece es todo un espectáculo. Sus delicados pétalos blancos ocultan a las hojas, haciendo que se vea muy, muy bonita.

Es una planta muy ramificada, con ramas delgadas, arqueadas, flexibles y glabras que miden 60-70 cm. de longitud. Las hojas son pequeñas, de 2 a 6 cm., lanceoladas y con forma elíptico romboidal.
Las flores son hermafroditas, lo cual quiere decir que los órganos femeninos y masculinos están en una misma flor, miden 1cm de diámetro y son de color blanco. Están agrupadas en inflorescencias en forma de corimbo axilar. Una vez que son polinizadas, comienza a madurar el fruto en cuyo interior se encuentran numerosas semillas de color marrón.
Cuidados
Ubicación: exterior, a pleno sol o semisombra.
Suelo o sustrato: no es muy exigente, pero es importante que tenga buen drenaje y que sea rico en materia orgánica.
Riego: frecuente. Cada 2 – 3 días en verano y cada 4 – 5 días el resto del año.
Abonado: durante la primavera y el verano se debe abonar, ya sea con abonos en polvo si está en el suelo, o líquidos si está en maceta.
Poda: cuando termine de florecer se le tienen que quitar las ramas viejas y se le tiene que dar forma redondeada.
Época de plantación o trasplante: en primavera.
Multiplicación: por semillas o por esquejes en primavera.
