Nadia Podoroska vive el mejor día de su vida tenística: eliminó en la segunda ronda del Abierto de Roma a la mejor jugadora de la historia, Serena Williams, a quien superó por 7-6 (6) y 7-5. Se trata del triunfo más trascendente de su carrera, más allá del gran impacto que dio el año pasado, al acceder a las semifinales de Roland Garros, un hito que reimpulsó su carrera.
La rosarina, 44° del ranking WTA, que venía de vencer en el debut a la alemana Laura Siegemund (55°) por 2-6, 7-6 (7-3) y 6-2, se enfrentó por primera vez en su carrera frente a la ex número 1, actual 8°. De principio a fin la Peque jugó de igual a igual y mostró autoridad para doblegar a una jugadora de mil batallas y dueña de 23 torneos de Grand Slam.
La norteamericana ya había demostrado su respeto sobre la rosarina antes del partido: “Ella [Podoroska], definitivamente, sabe cómo jugar. Lo hace con mucha fuerza, la vi hoy temprano. Todos se preparan para jugar contra los Top 10. Si yo estoy en el Top 10 estaré lista. ¿Lo estoy? Ni siquiera sé dónde estoy. En algún lugar”, había expresado la menor de la Williams, que no competía desde el 18 de febrero pasado, cuando cayó en las semifinales del Abierto de Australia, contra la japonesa Naomi Osaka.
En polvo de ladrillo, la superficie del tradicional certamen romano, Serena no jugaba oficialmente desde septiembre del año pasado, en Roland Garros: tras vencer en la primera ronda a su compatriota Kristie Ahn, no se presentó en la segunda rueda frente a la búlgara Tsvetana Pironkova, por una lesión en el talón de Aquiles.
Para la rosarina Podoroska, medirse con la ganadora de 23 trofeos de Grand Slam significó una rica experiencia. Hace un mes, luego de competir en la Billie Jean King Cup (ex Fed Cup), en la caída de la Argentina por 3-2 frente a Kazakhstán, en Córdoba, donde perdió sus dos puntos de individuales y el de dobles en pareja con Lourdes Carlé, Podoroska se tomó un breve descanso y encaró un fuerte trabajo físico y de recuperación para intentar dejar atrás algunas molestias en la cadera. De regreso en el circuito, la jugadora de 24 años pudo superar un espinoso partido (ante Siegemund).
“De Serena recuerdo muchas finales que ha ganado contra Maria (Sharapova), contra un montón de jugadoras. De chiquita, cuando jugaba contra el frontón, me imaginaba estar haciéndolo contra ella, es una de mis ídolas desde siempre, así que estoy contenta de poder jugar contra ella”, había mencionado Podoroska.