Se llama Raúl David Flores Quiroga y junto a dos hombres, el 19 de mayo pasado intentaban conectarse de manera ilegal a la línea de suministro de energía eléctrica. Fueron vistos por las cámaras de seguridad del CISEM y en la jornada de este jueves recibieron su condena por hurto simple en grado de tentativa. Flores, se encontraba con el beneficio de salidas transitorias en el Servicio Penitenciario Provincial, beneficio que lógicamente ya no lo tendrá.
Eran las 19:25 del 19 de mayo cuando el personal de monitoreo del sistema de cámaras CISEM, observaron mediante la cámara de seguridad ubicada en la intersección de calle Salta y calle Corrientes, que a unos 20 metros de distancia de dicha cámara, en el frente del domicilio sobre calle Salta, se encontraban tres personas de sexo masculino intentando conectarse de manera ilegal a la línea de suministro de energía eléctrica.
Inmediatamente se hizo presente personal policial que al llegar nota que había una escalera de madera de unos cinco metros de alto, apoyada en una pilastra de la red de energía eléctrica. En la base de la escalera se encontraba Flores y en la parte superior se encontraba Héctor Alejandro Bustos, quien tenía en su poder una soga atada a un cable de color negro, el cual ingresaba a la vivienda por la parte superior de un portón de chapa color verde.
Carlos Pereyra, el propietario del domicilio, manifestó que se encontraban allí con la intención de realizar la conexión de dicho cable a la línea general de suministro de energía eléctrica que pasa por el frente del inmueble, ya que llevaban varios días sin electricidad. En esta instancia, el personal policial procedió a la aprehensión de los tres sujetos y dio aviso al Ayudante Fiscal quien se hizo presente en el lugar.
Como resultado este jueves resolvieron la pena. Flores recibió la condena de un mes de prisión efectiva, perdiendo el beneficio de salidas transitorias en el penal de Chimbas. Por la reincidencia, la pena se unificó con la condena anterior por homicidio, totalizando una pena única de 10 años y 7 meses de prisión efectiva. En tanto que Carlos Pereyra, el propietario de la vivienda, recibió un mes de prisión en suspenso, es decir que no irá a prisión.
