Señor director:

En primer lugar quiero agradecer a DIARIO DE CUYO, por permitirnos a sus lectores expresarnos por medio de sus páginas. En especial a quienes vivimos en departamentos alejados a la Capital de la provincia. Quiero contar un problema que tuve en el hospital "Aldo Cantoni", de la Villa de Calingasta, donde estuvo en riesgo la vida de mi hija por hechos que voy a contar de manera breve. El día 28 de enero del corriente año, a eso de las 21 horas llevé a mi hija a ese centro de salud. La niña presentaba un fuerte dolor de abdomen y en la pierna derecha. Le hicieron un análisis, los cuales descartaban una apendicitis. De todos modos, la dejaron en observación toda la noche con medicación para el dolor de estómago. Al día siguiente, por la mañana, el dolor no cedía. Le colocaron suero en el que le ponen un medicamento de nombre Buscapina, que le tuve que comprar, porque en el hospital no había. A mi hija el dolor le seguía. Además, le dolía la cabeza. Por tal motivo la medicaron para atacar una infección urinaria con antibióticos, pero resulta que ella no tenía infección. Entonces seguía igual con los dolores. Para el día jueves me dijeron que la estaban medicando sin tener un diagnóstico. Por tal motivo, le pedí a los doctores que la derivaran a la ciudad para saber a ciencia cierta qué tenía mi hija. Decidieron mandarla el viernes a las 5 de la mañana, debido a la tormenta del día anterior. Le querían dar el alta el día viernes e internarla otra vez el domingo en la tarde, para derivarla recién el lunes. Al ver que el camino estaba transitable, el día viernes 1 de febrero la derivan al Hospital Rawson, Servicio de Pediatría. Salió de Calingasta a las 6 y llegó a las 8 de esa mañana al Servicio de Urgencia. Le hicieron distintos estudios. Todos les salían bien, porque al cuadro de apéndice aguda lo habían tapado con la medicación que le dieron en el hospital de Calingasta. Entonces ella quedó internada sin medicación para saber lo que tenía. Recién el lunes por la mañana le hicieron una ecografía y le descubrieron el apéndice inflamada. Entonces la operaron el lunes a las 20. Esta fue la odisea que pasamos con mi hija. Por eso quiero agregar además que los médicos en el hospital de Calingasta reciben la guardia a las 14. Recién empiezan a atender a las 19. No creo que todas esas horas hagan revista de sala, si son solo dos, porque a los niños los internan en la sala de mujeres. Y, en la mañana hay que ir a las 5 para que lo atiendan a las 9 o 10 de la mañana. Estas y muchas otras cosas más ocurren en el hospital de Calingasta.
