Un pequeño respiro. Mauricio Macri se reunió con los senadores del Interbloque Parlamentario Federal y logró que ese puñado de legisladores sumen su rechazo hoy en el Senado al proyecto del peronismo y kirchnerismo.

 

 

El Gobierno no bajará los brazos hasta el minuto cero en busca de una negociación que frustre el intento de la oposición de congelar en el Congreso el aumento de las tarifas de los servicios públicos. Incluso ayer, tras una reunión con senadores del Interbloque Federal, el presidente Mauricio Macri logró restarle fuerza a la embestida de peronistas y kircheristas. Sin embargo, el peronismo del Senado ratificó ayer por la tarde que hoy pondrá todos los votos sobre la mesa para convertir en ley el proyecto que frena el plan de reajuste de tarifas aprobado en el Presupuesto 2018 y que ya tiene la medida sanción de Diputados.

Si finalmente el peronismo logra su cometido, el presidente Macri vetará el proyecto sancionado, porque retrotrae las tarifas a noviembre de 2017, con un costo fiscal de 170.000 millones de pesos entre 2018 y 2019. Un pecado mortal para los planes del oficialismo de bajar el abultado déficit fiscal y en medio de la negociación con el FMI para lograr un crédito stand by.

La cita de alto voltaje en el Senado arranca hoy a las 14 horas y, aunque en política no siempre está todo dicho, las cuentas le dan al peronismo para alzarse con la victoria.

De los 24 miembros de la bancada peronista que conduce el senador rionegrino, Miguel Ángel Pichetto, sólo uno -el salteño Rodolfo Urtubey- confirmó en la reunión de bloque que votará en contra de la iniciativa, en línea con la postura del gobernador de su provincia y hermano, Juan Manuel Urtubey.

El senador Urtubey adelantó a los diarios nacionales que dará quórum, con lo que el inicio de la sesión no estaría en peligro.

Los otros 23 senadores, incluidos Guillermo Snopek, Carlos Espínola y Dalmacio Mera, tres que habían firmado en disidencia el dictamen de mayoría la semana pasada, van a votar de manera homogénea. Algunos de ellos anunciaron que harán en el recinto algunas criticas a la iniciativa, aunque votarán a favor.

Así, la oposición tendría asegurada la aprobación de la ley. Es que a esos 23 senadores se sumarían los 9 del FPV, los dos puntanos, los tres de Santiago del Estero, Magdalena Odarda y Fernando Pino Solanas.

De esta manera, habría al menos 37 votos a favor de la ley.

Aunque el Gobierno se quede a mitad de camino en su intento de frustrar la embestida opositora para no tener que vetar la ley -con un costo político inevitable-, al menos ayer logró restarle un poquito de fuerza a la votación: convenció a los senadores del Interbloque Federal, que lidera el senador salteño Juan Carlos Romero de no apoyar la iniciativa.

A la reunión con Macri fueron, además de Romero del Frente Popular Salteño, Cristina Fiore, del Partido Renovador de Salta, Lucila Crexell y Guillermo Pereyra del MPN de Neuquén, y Carlos Alberto Reutemann, de Alianza Cambiemos Santa Fe.

En paralelo, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y el ministro de Interior, Rogelio Frigerio, intentaron en vano negociar con Pichetto su propio proyecto de tarifas.

A cambio de frenar la sanción de la ley, el funcionario puso sobre la mesa la reducción del IVA a las boletas de energía y la transferencia de Edenor y Edesur (pero no AYSA) a la Ciudad y a la provincia de Buenos Aires.

Las propuestas fueron rechazadas en la reunión de bloque. Se interpretó que lo único que el Gobierno "buscaba era ganar tiempo al traer una oferta de manera tan tardía", dijeron las fuentes consultadas.

El lunes, en un mensaje grabado, Macri pidió a los senadores peronistas que no voten a favor del proyecto de ley opositor por ser "inconstitucional", ya que insistió que la política de tarifas no es competencia del Congreso.

Sus declaraciones, sin embargo, avivaron la controversia por pedir a los senadores que no se dejen conducir por "las locuras" que impulsa su antecesora, la expresidenta y actual senadora Cristina Fernández de Kirchner, lo que llevó a esta a llamar en Twitter al jefe de Estado "machirulo" por tratarla de "loca".

 

Para Peña "dañará la confianza del país"

El Gobierno consideró ayer que el proyecto opositor que que busca retrotraer las tarifas de la luz y el gas a 2017, será "un retroceso" en la "credibilidad" del país en el caso de ser aprobado, por lo que abogó por dialogar para buscar alternativas "realistas".

"Estamos siempre abiertos a dialogar, hay estancias de diálogo en el propio Senado y ojalá se pueda lograr algo que esté en el marco de la racionalidad, como tantas veces se ha logrado con el propio Senado", señaló el jefe del Gabinete, Marcos Peña.

El ministro coordinador ratificó "la vocación" del Gobierno de "dialogar y buscar alternativas realistas" y "responsables" a lo propuesto por la oposición y con el objetivo de "sustentar el crecimiento económico". "Lo importante es evitar que demos una mala señal como sociedad en términos de un retroceso en materia de credibilidad de un país que tiene que decir la verdad", añadió.

 

CAME pide bajar IVA y cargos provinciales

La CAME, que agrupa a medianas empresas, reclamó el descenso del IVA y los impuestos provinciales en las facturas de los servicios públicos. "Hay ciudades del país donde se cobran más de 10 cargos recaudatorios. Junto con el IVA pueden llegar a explicar hasta el 60% del valor de la factura", manifestaron. "Preocupa la politización del tema porque volver al viejo esquema tarifario subsidiado no ayudará a resolver la crisis energética" indicaron. CAME "apoya el gradualismo en las subas pero con un rebalanceo en las facturas de las grandes empresas, ya que las PyMES electrointensivas pagan en promedio un porcentaje mayor".

"Así como el Gobierno nacional busca sincerar el valor de las tarifas quitando subsidios, actualizando los valores y proponiendo reducir el IVA, es momento de que las provincias y municipios hagan lo mismo y reduzcan y ordenen los cargos que se cobran", expresó Came.