Señor director:

Los argentinos debemos rendirle homenaje a aquellos héroes y próceres que no son tan conocidos o populares en la memoria colectiva. Uno de ellos fue Ignacio Pirovano, un destacado cirujano argentino que falleció el 2 de julio de 1895. Nacido el 23 de agosto de 1844, si bien su abuelo y bisabuelo habían ejercido la medicina en Europa, su padre era un platero italiano que había emigrado a la Argentina, pero que no había logrado desarrollarse económicamente. Debió trabajar para costearse sus estudios, trabajando en una farmacia y llegó a ser practicante del Dr. Francisco Muñiz en la guerra contra el Paraguay en 1865 y durante las epidemias de cólera en 1867 y de fiebre amarilla en 1871. En 1872 se graduó como médico y recibió una beca del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires que le permitió perfeccionarse en Francia. Luego tres años de estudios, regresó a Buenos Aires graduado como Doctor en la Facultad de Medicina de París. Practicó especialmente la cirugía de cabeza, cuello y extremidades, y su fama hizo que centralizara la mayoría de las operaciones de Buenos Aires y hasta del resto del país. Se retiraría de la actividad debido a un cáncer de la base de la lengua, y fallecería el 2 de julio de 1895, a los cincuenta años.

Florencio Rosas
DNI 7.401.591