Históricamente y de manera persistente Chile ha pretendido el dominio de las aguas de los océanos que están al Sur de la provincia de Tierra del Fuego marcando como propios, en su cartografía oficial, espacios marítimos que en realidad le pertenecen a nuestro país. El último intento se ha hecho público a través de un mapa de la Armada de Chile, contenido en el "Gráfico Ilustrativo de los Espacios Marítimos de Jurisdicción Chilena" que muestra como espacios marítimos del país trasandino un área de más de 5.000 km2 ubicada al sur del Mar de Drake y de las Islas del Cabo de Horno.
Esta acción ha dado lugar a una queja por parte de la Cancillería Argentina ante la embajada chilena, ya que de una manera que no corresponde y en una forma muy burda, el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada de Chile (SHOA) ha incluido en un mapa la proyección de una pretendida plataforma continental chilena que se superpone con un sector de la plataforma continental argentina. Son conocidas las disputas limítrofes con Chile a lo largo de la historia, que tuvieron a ambos países al borde de la guerra tanto en el continente como el sector del Canal de Beagle.
Lo que la Argentina pide ahora, en reclamo formal, es que se respete la cartografía avalada por la ONU (Organización de las Naciones Unidas) en 2016. Caso contrario se considerará a esta acción como "un atentado contra los límites nacionales establecidos en conformidad al Derecho Internacional".
A pesar de que el mapa fue publicado el pasado 23 de agosto, es decir que es de reciente producción, hay que tener muy en cuenta que esta situación no es nueva ya que en 2021 hubo un cruce entre nuestro país y Chile por este mismo tema. Fue cuando el Gobierno de Sebastián Piñera publicó el Decreto 95 que entendía como propia esta zona reclamada por la comunidad chilena. En ese momento, próximo a las elecciones generales de Chile, se consideró que el tema respondía a intereses electorales más que de soberanía.
Pero ahora no se puede admitir esto, ya que todo indica que estamos, una vez más, ante un típico caso de avasallamiento de nuestra soberanía por parte de Chile. Esta actitud colisiona por completo con el espíritu de hermandad de los pueblos, enfrentándolos a una nueva disputa que ya se creía superada desde 2016 cuando la plataforma marítima de nuestro país quedó redefinida y extendida con el visto bueno de las Naciones Unidas.
La importancia del reclamo argentino radica en que Chile está avanzando sobre la soberanía argentina, lo que es muy delicado ya que en la plataforma continental, que va más allá de su mar territorial, cada país tiene derechos de exploración y explotación de sus recursos naturales, y es lo que se le está desconociendo a nuestro país.
Lejos de una solución, la situación tiende a complicarse aún más ya que en las últimas horas Chile ha desestimado el reclamo argentino señalando que no representa ninguna novedad y que ya estaba en conocimiento de la Cancillería Argentina. Una respuesta intransigente que no contribuye a buscar una solución, sino por el contrario a agravar las relaciones diplomáticas entre ambos países.
