Ese es el título del libro que Vicky, como muchos la conocen, eligió para volcar en palabras los momentos duros, difíciles y de enseñanza que pasó durante nueve años para lograr ser mamá. Y hay que ponerle sentimientos a esta realidad que muchas mujeres sufren hoy y nos preguntamos, ¿existe un destino o somos nosotros artífices de lo que nos pasa? Lo que sí es real, es que esto es vivir, encontrarse con todas las emociones, sacudirse y volver arrancar, aprender a hacer lo que nunca antes se había hecho. Llorar, reír, dudar y así transcurre esta historia. 

"La verdad es que pase por muchas cosas, porque mi deseo de ser mamá es desde que tengo uso de razón, he jugado de niña con los bebotes, además, tengo muchos sobrinos, somos una familia tradicional, por ello la maternidad la llevaba adentro mío desde pequeña. Siempre espere mi momento para ser mamá y cuando me case, uno de los deseos era ese y al no quedarme embarazada, empecé todo un proceso de búsqueda enorme. La verdad es que lo viví muy sola y solo compartía con mi esposo y psicólogo. En esos nueve años tenía un diario íntimo en el que iba anotando y volcando mis vivencias en salas de espera, los momentos duros, millones de incertidumbres, días lentos con cumulo de emociones. Entonces, al momento de lograr el embarazo, todo cambio en mí automáticamente, de ser esa persona reservada que no quería contar nada y me lo guardaba todo, empecé a compartir con gente que se acercaba para compartir mi experiencia. En esto me hice una amiga que también transitó un largo proceso y ella me dijo: "Vicky vos fuiste un angelito en mi camino". Las personas que están cerca mío saben que hablo de los angelitos todo el tiempo, pero no son los ángeles cristianos, aunque los creo. Los angelitos para mí son esas personas que haciendo su trabajo te cambian el día, por ejemplo, la enfermera que te agarra la mano antes de quedarte dormida en una anestesia y te da ánimo que todo estará bien, todas esas personas durante estos largos nueve años que estuvieron presentes en mí proceso, recuerdo al bioquímico que me sacaba sangre que me decía: Vicky los valores vienen subiendo y esto coincide con un embarazo; es decir toda esa gente que haciendo su trabajo me acompañaba pero poniendo esa cuota de humanismo. Por esto todo el tiempo hablo de los angelitos en el libro y cuando Fer, mi amiga, me dijo esas palabras, me hizo reflexionar y dije: ¿por qué me lo guardo? Y, pensé que a lo mejor podía acompañar con una frase o una palabra a otras personas, salpicar con un poquito de optimismo en esos momentos difíciles en que quieres bajar los brazos, cansada, demasiado intervenida, es tu cuerpo sagrado y se pasa, por tanto, esto es un poco de cómo surgió lo del libro. Esto significa un camino hermoso, porque de repente yo pensaba que estaba acompañando a otras mujeres en esta experiencia propia y al final me di cuenta que era ganar por partida doble. Por un lado, estaba sanando nueve años que habían estado muy metidos en mí y de repente encontré en la escritura, ese proceso de sanación donde poder ponerles palabras a esos sentimientos, de poder descargarme en un algo más que no era solo mi diario sino que ya tenía una lógica. Esta es la historia del libro, desde que salió a luz con esa razón y con la misión de llegar y acompañar a las personas que transitan por lo mismo. "Iñaki" es el protagonista fundamental y él es el artista, hoy tiene cuatro años. De hecho, el libro lo escribo con Iñaki de bebe, muchas veces en mi falda".

Momentos de resignación

"Hubo varios momentos en los que deseas abandonar todo, por ahí pensaba porque esto que es tan fácil para tantas mujeres y yo me empecino en algo que no me sale natural. Pensaba a lo mejor no es mi misión, no voy a ser buena madre o no tengo que buscar por acá. Y, en esos momentos me enojaba conmigo, con Dios y con todo, y decía ¡listo ya no tengo que seguir!, hubo bastantes de esos baches, pero al mismo tiempo aparecía un indicador que decía, ¿pero vas a abandonar esto que para vos es tu sueño de siempre? ¿Tan débil soy? Es ahí cuando aparecía esa fuerza, no se de dónde, que hoy le pongo una explicación. Esa fuerza salía de la gente que rezaba, de quien visitaba a la Virgen de Lourdes para pedir por mí y yo ni sabía, conocidos y no conocidos, esas palmaditas se sentían en esa energía que no sabía de dónde venía. También hubo momentos críticos en pareja, muy difíciles. Cuando nos casamos con Fede siempre quisimos ser padres y al momento de no lograrlo y empezar a transitar estos tratamientos o momentos de dificultad, cada uno lo vive de manera diferente y cada uno hace su proceso de frustración distinto y te desencontrás mucho, pero ambos estábamos sufriendo. Entonces, cada uno no es capaz de acompañar al otro porque esta pasando por un dolor y en la sociedad la mujer está como más apañada por el sufrimiento y el hombre tiene que ser el fuerte y, en realidad lo pasa pésimo, más en una sociedad tan machista. Y, nos tuvimos que sentar varias veces mirándonos a los ojos a dialogar y sufrir, pero nos seguimos eligiendo, seguimos esto juntos y nos tomamos las manos y consultamos a psicólogos y reinventarte en algo impensado para continuar la lucha".

El médico

Mi ginecólogo es el Dr. Aníbal Aglioso, una persona con un corazón gigante, él no hace fertilidad, pero es un médico que sabe escuchar, es un angelito de mi camino, supo acompañarme en mi integridad. En realidad, es el Dr. Luciano Sabatini, que atiende en Mendoza, el que llevó a cabo los tratamientos que luego dieron el resultado positivo. Por lo tanto, viaje mucho a Mendoza, es un mes entero en que solo piensas en hormonas, punción, horarios de ecografías, no solo es transitar el tratamiento que ya es invasivo, inyectarte el abdomen, si el folículo va creciendo, etc. Hacían extracción de esos óvulos, luego se juntan con el espermatozoide para tener el embrión y esto tiene un control muy exhaustivo. La primera parte de preparación es hasta que esté el embrión, luego esperar a que el embrión siga su proceso y por último te hacen la transferencia y durante ese tiempo para mí, es el más duro porque pones el físico y deseas lo que soñaba. La espera es tremenda, casi dos semanas de espera para la implantación. Es un mes entero en que solo piensas en ello, solo pasan hormonas por tu cabeza. Los intentos fallidos fueron varios, hicimos dos in vitro y varias transferencias que no prendieron; Iñaki fue la cuarta transferencia que prendió. En los intentos fallidos yo solo decía: Dios yo puse todo, lo demás te lo dejo. También fui a visitar al Padre Ignacio de Rosario, esto fue en mayo y teníamos que debatir si hacíamos la transferencia embrionaria en junio, mi esposo iba a estar para la transferencia pero no para el resultado porque tenía que viajar. Finalmente lo hicimos, este último resultado fue el positivo, Fede no estaba, fue muy fuerte lo que sentí. Cuando Esteban Benelvaz, me llamó para decirme que los valores coinciden con un embarazo, yo solo dije: "Dios, valieron estos nueve años, vivía el sueño de mi vida".

Vicky Krebs

"Soy licenciada en comercio exterior, nunca ejercí a pesar de que me encanta mi carrera. Con mi hermano Ignacio tenemos un restorán de campo, "Ilinka", en Marquesado. Ignacio, mi hermano fue muy importante también en mi proceso porque no era un jefe al cual había que pedir autorización. Al momento de nacer mi hijo, le vendí mi parte a él porque quería ser mamá, ver el día a día de Iñaki y estar presente en todo momento. Luego de la pandemia, yo siempre hice yoga, entonces comencé a estudiar yoga, me capacito todos los años y hoy doy clases de yoga. Soy una mamá que disfruta siendo mamá".

El libro, otra historia

"Yo decido escribir cuando Fer, mi amiga, que pasaba por lo mismo que yo, me dijo vos fuiste un angelito en mi camino. En ese momento acababa de leer un libro de una mujer que corre de grande, se llama "La nona que trota" y me había encantado como estaba escrito. Busqué en la contratapa quien lo escribía y le mandé un mensaje a esa editora y escritora de Bs. As., Sol Navarro. Cuando la contacto justo escribía sobre "Ara San Juan", una coincidencia y sincronicidad que nos llamó la atención. Sol me acompaño durante todo el proceso del libro, llevó dos años y medio realizarlo a pesar que tenía mis anotaciones en mi diario íntimo, pero escribir un libro es diferente, es meterse en un mundo literario hermoso. Sol, me fue llevando en los momentos claves que viví esos nueve años, tanto en olores, ruidos y lugares para describir. Ya estaba listo el libro, terminando de hacer el diseño y de pronto sucedió algo terrible e inesperado. Sol falleció en un accidente de auto junto a su familia. Yo pensé: ¡No podía estar pasándome esto y más emotividad al libro! Y así se tejió una red de ángeles en mi camino con el diseñador, la imprenta, el corrector y su hermana Milagros Navarro que esperaba que yo le llamara para poder terminar el libro. Entonces, es Milagros quien ayudó a que "Iñaki fuera realidad". Lo presenté el 17 de junio pasado en Ilinka y ese mismo día lo lancé a la venta. Desde ese momento llegó a contactarme mucha gente que no conocía, con mensajes llenos de emotividad y que les pasa lo mismo que viví. "Si no damos, para que venimos al mundo, quizá mi misión era esta, quizá mi aprendizaje era este, quizá yo tenía que pasar por esto para poder acompañar y dar, finaliza Vicky".

 El Dato: 

Contacto: 264-6733796
Instagram: @inakimicamino
Venta: Piedra Libre y @Faro.de.papel
Costo: $4500